La Dirección General de Cultura y Patrimonio ha concluido la restauración de las tablas que componen el banco o predela del retablo mayor de la iglesia parroquial de San Bartolomé de Odón (Teruel), un templo construido a finales del siglo XVI y perteneciente a la Diócesis de Teruel-Albarracín.

La intervención, ejecutada por Eco-arte Conservación y Restauración S.C., se ha centrado en frenar el grave deterioro de este conjunto pictórico, que presentaba múltiples patologías y repintes al óleo, y en estabilizar sus materiales constitutivos para recuperar la imagen y la lectura de este bien cultural y profundizar en su conocimiento, informan fuentes del Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Con una inversión de 16.165,41 euros, la actuación ha sido propuesta para ser cofinanciada con fondos europeos, dentro del Programa Operativo FEDER Aragón 2014-2020, cuyo lema es "Construyendo Europa desde Aragón".

Entre los numerosos bienes muebles que custodia esta parroquia (todos ellos declarados Bienes Inventariados del Patrimonio Cultural Aragonés), destaca su retablo mayor, de estilo barroco clasicista y que data del siglo XVII.

En la predela de esta pieza, de enormes dimensiones, se conservan dos magníficas tablas góticas. En cada una de ellas se representan tres escenas de la Pasión de Cristo separadas por pequeñas molduras y que, de izquierda a derecha, representan a Jesús ante Pilatos, Jesús con la cruz a cuestas camino al Calvario y la Duda de Santo Tomás (tabla de la izquierda).

En la de la Derecha se pueden contemplar la Oración en el huerto de Getsemaní, el Beso de Judas o Prendimiento de Jesús y la Flagelación.

A falta de documentación, no se sabe con certeza si estas tablas se colocaron en la predela ya desde el primer momento del montaje de este retablo en el siglo XVII o se insertaron en él en un momento posterior.

Lo que sí se puede comprobar, según las citadas fuentes, es que no corresponden a la misma época y estilo, ya que se trata de unas tablas góticas de finales del siglo XV de procedencia y autor desconocidos, aunque por sus características se pueden situar dentro de la escuela gótica hispanoflamenca.

Se trata de unas tablas de madera aparejadas, imprimadas y posteriormente estucadas, doradas y policromadas a pincel con temple graso, que presentan un preciso dibujo preparatorio realizado en negro y una gama de colores bastante amplia.

También se caracterizan por contener composiciones muy abigarradas con numerosos personajes, dispuestos en diversos planos de forma escalonada sobre fondos tanto paisajísticos como arquitectónicos, en los que se advierte un intento por conseguir cierta perspectiva rudimentaria.

Las figuras presentan rasgos individualizados, rostros muy expresivos y anatomías en ocasiones desproporcionadas y exageradamente escorzadas para dotar de mayor fuerza y dramatismo a las escenas.