Un problema de termitas en un inmueble abandonado situado en la plaza del Mercado de Alfamén hizo que este se derrumbara la noche del martes al miércoles y que tres vecinos de casas colindantes tuvieran que ser desalojados por razones de seguridad. Tras una comprobación de los arquitectos municipales, estas personas pudieron volver a sus hogares.

Los hechos que finalmente quedaron en un susto tuvo lugar sobre las 02.00 horas. Al lugar de los hechos acudieron bomberos de los parques que la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) tiene en La Almunia y Cariñena, que acordonaron la zona para hacer mediciones de gas y establecer un perímetro de seguridad. Además, con la ayuda de un perro de la unidad canina comprobaron que no hubiese nadie atrapado entre los escombros.

Paralelamente, tres vecinos fueron desalojados de las viviendas colindantes, una de ellas perteneciente a la familia Mateo Valero, a la espera de que los arquitectos municipales y de la DPZ comprobaran que no hubiera también peligro de derrumbe.

El alcalde de la localidad perteneciente a la comarca del Campo de Cariñena, Alejandro Gil, explicó que los técnicos municipales indicaron en su informe que «no había riesgo o peligro de más desplomes y que había sido todo un problema de termitas». Ante ello, los vecinos afectados decidieron volver a ocupar sus inmuebles.

«El derrumbe se produjo de arriba a abajo, por lo que no afectó a las otras viviendas que tampoco se apoyaban sobre la ahora desaparecida», señaló Gil, quien afirmó que en la puerta de entrada a dicha casa el artista Roc Blackblock realizó un grafito que simbolizaba un hombre con los brazos en cruz durante el Festival Asalto que Alfamén celebra cada año.

«Ese festival es una mezcla de arte urbano y efímero, una cualidad esta última que en esta ocasión se pudo comprobar especialmente y sin causar daño alguno», destacó Gil, quien mostró su satisfacción «en que todo quedara en un importante susto», especialmente porque ocurrió durante la madrugada. El ruido ocasionado como consecuencia del desplome se escuchó en buena parte de este municipio de unos 1.500 habitantes, que se despertaron sobresaltados. Muchos de ellos tardaron varias horas en conciliar de nuevo el sueño.