La provincia de Zaragoza sufrirá a partir del domingo un ascenso elevado de las temperaturas que, aunque no se trate propiamente de una ola de calor por requerirse para ello de un mayor número de días, ya ha activado el Nivel 1 o amarillo de alerta. Los datos del Instituto Nacional de Meteorología prevén alrededor de 38 grados de máxima (pero que podrían sobrepasar los 40) y 22 de mínima para el domingo y el lunes, prolongándose la canícula hasta el jueves próximo. La situación recordará la ola de calor vivida el pasado verano.

El protocolo puesto en marcha por Salud Pública incluye una mayor coordinación entre los servicios meteorológicos, sociales y sanitarios, así como el seguimiento de los más de 250.000 aragoneses mayores de 60 años y los bebés, que es la población más susceptible ante una ola de calor.

El director general de Salud Pública, Luis Gómez, anunció ayer que Zaragoza, Madrid y Ciudad Real padecerán en las próximas cinco jornadas entre uno y dos días de calor con temperaturas superiores a las esperadas para esta época del año. Por ello, recomendó a la población que tome precauciones, como la de llevar ropa ligera, beber mucha agua o ventilar los hogares por la noche y bajar las persianas durante el día. Además, es preferible evitar el ejercicio físico en las horas de sol y no ingerir bebidas alcohólicas.

El propio Ministerio de Sanidad aseguró ayer que "no existen motivos de alarma, ya que con unas mínimas precauciones se pueden afrontar con tranquilidad las temperaturas de los próximos días". En cualquier caso, los expertos aseguran que la mejor forma de combatir el calor es usar el sentido común y las medidas tradicionales que desde antaño se han utilizado para cuidarse de los rigores del verano.

Para mantener informados a los ciudadanos, el Gobierno de Aragón ha editado un folleto que repartirá en las farmacias y en los centros de salud zaragozanos. En el tríptico se ofrecen consejos sobre cómo actuar para combatir los efectos de las altas temperaturas.

El plan de choque contra la ola de calor entró en vigor el pasado 1 de junio, y, entre otras medidas, incluye la de alertar a los servicios sanitarios de una posible situación de emergencia causada por el mantenimiento de temperaturas extremas, tal y como ha ocurrido ahora.

Si las temperaturas ayer en Zaragoza fueron de 32 grados de máxima y 19 de mínima, y las previstas para hoy son de 32 de máxima y 18 de mínima, las de mañana sábado indican ya un ascenso moderado. De hecho, en las comarcas del Ebro y puntos de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha se alcanzarán los 40 grados.

Las predicciones apuntan a que este año no se repetirá en España la situación del pasado verano, "aunque podrían producirse algunos focos de altas temperaturas en lugares específicos", como en Zaragoza.

TRES NIVELES DE CONTROL El protocolo de actuación del plan tiene tres niveles. El nivel cero, puesto en marcha el 1 de junio y hasta el 1 de octubre, es el de vigilancia de los indicadores meteorológicos y sanitarios y el de difundir las actuaciones a realizar por los distintos profesionales. El nivel 1 o amarillo implica el refuerzo del personal para, posteriormente, acudir directamente a los domicilios ya censados como población más vulnerable. Y en el nivel rojo se propondrán ya medidas de emergencia en colaboración con otras comunidades autónomas.

Asimismo, este nivel amarillo ha ocasionado que el Ministerio de Sanidad haya coordinado con el Registro Civil el sistema de recogida de información sobre posibles incidencias. Y que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales haya suscrito otros de colaboración con Cruz Roja, Cáritas y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para coordinar a los voluntarios.