Las tres organizaciones empresariales de Teruel, Cuenca y Soria presentaron alegaciones a la Comisión Europea con el objetivo de que las empresas de estas tres provincias puedan ser receptoras de ayudas de funcionamiento.

Este tipo de ayudas sirven para compensar los sobrecostes de funcionamiento adicionales que soportan las empresas de las regiones despobladas como consecuencia de una desventaja grave y permanente como es la despoblación, según explicó la directora general de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES), María Ángeles Fernández, que estuvo acompañada ayer en la rueda de presa telemática por el secretario general de CEOE Teruel, Sergio Calvo, y el secretario general de CEOE CEPYME Cuenca, Ángel Mayordomo.

Estas ayudas les permitirían revertir su grave situación demográfica y las consecuencias que ello tiene a nivel económico y social. La imposibilidad de percibir este amparo surgió en el 2017, cuando la Comisión Europea creó la categoría de zonas muy poco pobladas e incluyó en la misma exclusivamente a las regiones nórdicas europeas. A su vez creó otra categoría de zonas poco pobladas en la que se incluyó a Soria, Cuenca y Teruel, lo que supuso que estas tres quedaran apartadas de la posibilidad de obtener ayudas de Estado, y en concreto ayudas de funcionamiento, afectando a las empresas y trabajadores autónomos de estos territorios.

Las confederaciones, fundadoras la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (Red SSPA), hicieron llegar también a este organismo europeo una serie de datos económicos y demográficos con el fin de que se tome en consideración la grave despoblación de estas zonas poco pobladas, de la misma forma que se considera las zonas muy poco pobladas del norte de Europa. En los informes se muestra la realidad demográfica, económica y social de las tres provincias, concluyendo que es muy similar a la de los territorios nórdicos.

Sergio Calvo, de CEOE Teruel, explicó que el documento de alegaciones presentadas compara la situación de Cuenca, Soria y Teruel con la existente en partes de Noruega, Suecia y Finlandia. Asimismo, consideró demostrados los efectos positivos de las ayudas regionales en funcionamiento para las zonas en despoblación, señalando como ejemplo en este sentido el de Noruega. Se dan efectos positivos sobre el crecimiento de población, los salarios, el empleo y la creación de nuevas empresas, elementos que pueden revertir la despoblación.

En la intervención del secretario general de CEOE CEPYME Cuenca se recordó que las patronales llevan varios años trabajando en una fiscalidad diferenciada, que sirve para apoyar el desarrollo de zonas desfavorecidas, garantizando la igualdad de condiciones entre estados miembros y la mejora del desarrollo regional.

Mayordomo apuntó que «Cuenca, Soria y Teruel tienen desventajas muy claras, factores que han provocado la despoblación que sufrimos y por este motivo con las ayudas de Estado, podremos salvar el tejido productivo, o lo que es lo mismo, empresas, empleo y población».

María Ángeles Fernández incidió en que estas alegaciones son el primer paso, y que, tras el reconocimiento por parte de la Unión Europea, «la decisión relativa a aplicar estas ayudas corresponderá al Estado español».

Las tres organizaciones empresariales agradecieron la implicación de los Gobiernos regionales, los que también presentaron alegaciones ante la Comisión Europea.