Piensan algunas personas (y no sólo los más afectos al PSOE) que el salto cualitativo que ha dado Teruel Existe convocando la manifestación de Zaragoza resulta inconveniente porque el Gobierno Zapatero está aún tomando posiciones y nuestro buen Marcelino ya hace (se supone) lo que puede. Pero yo no soy de tal parecer. El acto convocado en Zaragoza el próximo domingo es la expresión de un viejo espíritu reivindicativo que en todo caso compromete tanto a quienes gobernaron los últimos ocho años (y no cumplieron) como a los que gobiernan ahora y ya empiezan a mostrarse presupuestariamente tibios. Por otro lado, en política lo cortés no quita lo valiente, y si los nacionalistas de aquí o de allá (incluidos los tripartitos ) se ponen tan farrucos, a ver por qué iban a tener que cogérsela los turolenses con papel de seda. Si fueron capaces en su día de ponerle las peras al cuarto a Aznar cuando éste quiso pasearse triunfal por la Ciudad de los Amantes, bien podrán ahora darle un toque al nuevo inquilino de La Moncloa.

La mayoría de las cosas que reivindica Teruel Existe son razonables, aun admitiendo que el tema del AVE a Madrid está complicado (aunque caben alternativas de compromiso). Y no cabe achacarles a los integrantes de ese movimiento el hecho circunstancial de que ciertos sectores conservadores, que no dijeron ni media palabra cuando Cascos dibujaba las líneas de alta velocidad, echen ahora romericos al fuego con la obvia intención de endosarles a los socialistas problemas creados por la competencia. Ese es otro tema que no puede servir de excusa para negarles a los turolenses más inquietos el derecho a reclamar ya el cumplimiento de las promesas que el PSOE hizo durante la última campaña electoral.

En Aragón somos siempre demasiado mirados y excesivamente prudentes (por no decir timoratos) a la hora de pedir lo que nos corresponde. ¡Aún tendrá razón Iglesias y lo que pasa es que nos falta autoestima!