El aeropuerto de Teruel almacena en estos momentos, con la llegada ayer de tres nuevos aviones, 88 naves en sus campas, un récord absoluto desde su reconversión hace siete años como centro industrial aeronáutico de referencia internacional. Los aparatos, modelo A340, procedían de Alemania.

La empresa Tarmac es la encargada de gestionar el mantenimiento, reparación o en su caso desmantelamiento (solo en un 10% de las ocasiones) de estos aviones, que se han quedado en tierra debido a las restricciones de vuelo impuestas por la crisis del coronavirus

El director de la instalación, Alejandro Ibrahim, destaca que estas cifras de récord están motivadas por el estado de alarma, pero recuerda que las cifras en las semanas anteriores ya rondaban los 80 aparatos, unas cifras que confirman la buena marcha de la instalación. «No se han notado un repunte escandaloso», matiza.

Las aeronaves que se encuentran estacionadas en la pista de Teruel provienen sobre todo de compañías asiáticas o europeas. «los primeros días de esta crisis internacional fueron muy inciertos para los principales operadores de pasajeros», señala el director de la instalación. Sin embargo, ahora que el tráfico aéreo se ha reducido al 90% solo instalaciones como la de Teruel siguen prestando sus servicios, al ser consideradas un aspecto esencial de la economía.

«Las compañías aéreas han visto que este es un buen momento para realizar el mantenimiento de sus aviones», manifiesta Ibrahim. Por ese motivo, siempre que es posible por las restricciones de fronteras, bastantes firmas han decidido llevar sus aparatos a las campas de Teruel. Con los 88 aviones que tienen aparcados en estos momentos están cerca de alcanzar el límite de las instalaciones, que se encuentra fijado en los 120.

ALTERNATIVA

El Gobierno de Aragón ya se ha comprometido a trabajar en una ampliación que permita gestionar el mantenimiento de muchos más aparatos, pues como se ha confirmado estas jornadas Teruel es una referencia internacional en la materia. «Somos una buena alternativa», manifiesta Ibrahim.

La instalación turolense se ha convertido en una referencia y se espera que se mantenga en esta posición de referencia cuando se levante el confinamiento, pues la reactivación del tráfico aéreo será mucho más lento que en el resto de actividades económicas. Por ese motivo las campas turolenses serán un espacio en el que conservar los aviones mientras las compañías adaptan sus rutas y sus flotas. El director del aeropuerto celebra los datos alcanzados por la instalación y destaca la labor realizada por Tarmac para lograrlo.