Teruel esta en boca de todos en las últimas semanas y hasta la prensa internacional se está haciendo eco de ello, dando cuenta también de los problemas de la provincia. El Financial Times dedica un reportaje sobre el movimiento Teruel Existe y su exitoso salto a la política. En un articulo de su corresponsal Daniel Dombey repasa la llegada al Congreso de la agrupación electoral y su voto a favor de la investidura del socialista Pedro Sánchez, sobre todo, el acoso al que ha sido sometido su diputado, Tomas Guitarte, y la situación de la llamada España vaciada.

El influyente diario británico destaca que Teruel Existe fue clave para la formación del Gobierno, pero provocó que los «ánimos se caldearan» entre los simpatizantes de la derecha, que amenazaron a Guitarte y promovieron un absurdo boicot a la provincia que fue trending topic en Twitter.

El Financial Times pone asimismo de relieve como esta situación ha puesto a Teruel y los problemas de la España vacía «en el mapa» y resalta que el nuevo gobierno tendrá un ministerio para luchar contra la despoblación.

El periódico asegura que Guitarte «cambió la historia de España esta semana». Señala que su plan siempre fue «poner Teruel en el mapa», pero resalta que con su voto decisivo en el Congreso que ha permitido la formación del primer gobierno de coalición de España en 80 años, tanto él como su «montañosa y escasamente poblada» región posiblemente hayan adquirido demasiado protagonismo para su gusto.

PROTECCIÓN

Detalla cómo Guitarte ha tenido que recibir protección policial y durmió en un lugar secreto la noche antes de la investidura tras aparecer pintadas que le llamaban traidor y recibir amenazas y unos 10.000 emails pidiéndole que cambiara su voto.

El artículo del prestigioso rotativo enfatiza que más allá de esta reacción airada, que el propio Guitarte asocia a que son el partido más pequeño del Congreso, para muchos españoles Teruel continúa siendo un «misterio». En el mismo sentido, el articulista detalla que se trata de un territorio con malas conexiones y con numerosos pueblos fantasma, cuya población se ha reducido a la mitad en el último siglo lastrando su peso político.