No todo es fabricar productos para lucrarse. Más ahora, en una sociedad que demanda materiales de protección a todas horas para combatir este virus que ha asolado todo. Algunas fundaciones, de buena fe, se dedican a elaborar mascarillas y geles hidroalcohólicos para colaborar en la lucha, o también porque se le ha solicitado esta ayuda. Es el caso de la Fundación Térvalis, que se inició en este mercado.

Según expresaba la directora de proyectos de la entidad, Elena Utrilla, durante los primeros meses de la pandemia la gente decidía elaborarse sus propias protecciones con medios propios, hasta «con papel de cocina». «Nosotros formamos un grupo de voluntarias que desde sus casas cosían las mascarillas con el material que nosotros les suministrábamos cortado y preparado, luego nos encargamos de distribuirlo a todo el que nos pedía», señala Utrilla para explicar los orígenes de la producción. «Cuando el desabastecimiento terminó, pensamos en ir perfeccionando los materiales y el diseño para darle contenido a nuestro taller de costura en ese momento, enviar un modelo para hacer las pruebas de eficacia de filtración y respirabilidad que se exigen y venderlas», añade. Y así comenzó la fabricación para contribuir a la lucha contra el covid.

Mantener el empleo

Lo mismo pasó con el gel hidroalcohólico, otro de los productos que se ha elaborado desde la fundación. «En este caso, lo empezaron a fabricar nuestros compañeros de Fertinagro para abastecimiento de las fábricas del grupo, que no pararon durante el primer estado de alarma por ser servicios esenciales, y consiguieron una formulación de muy buena calidad y con un factor diferenciador con su aroma a lavanda», relata.

Para mantener el empleo en el centro de la Fundación Térvalis en Utrillas se apostó por este producto: «Si algo nos ha enseñado esta situación es que hay que adaptarse y seguir adelante...», destaca la responsable de la entidad.

Las exigencias de producción este año han sido altas. El virus ha afectado cada vez a más y más personas, y las empresas y fundaciones como esta han tenido que dar el do de pecho. Solo en el taller del centro especial de empleo CEE de la localidad turolense de Utrillas se han fabricado unos 5.000 litros de gel y más de 50.000 mascarillas.

Sobre los resultados de este trabajo, Utrilla recalca la importancia de estas actividades para la manutención del empleo y lo difícil que ha resultado el proceso de adaptación del grupo.