El resultado del "test de la verdad" realizado al exmiembro del Grapo Fernando Silva Sande, que ya ha sido entregado a la Guardia Civil, ha marcado "varios puntos" como probables para localizar el cuerpo del empresario Publio Cordón, todos ellos en el sur de Francia.

Los especialistas, que realizaron el test de la verdad a Silva Sande en Zaragoza para tratar de localizar al empresario Publio Cordón, terminaron el estudio el pasado jueves y ya se lo han entregado a la Guardia Civil, que, a su vez, lo remitirá a la Audiencia Nacional, han informado hoy a EFE fuentes del caso.

El estudio, que fue autorizado por el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, ha dado un resultado aceptable y, aunque ha sido necesario en el transcurso del mismo modificar algunas hipótesis, las conclusiones han sido satisfactorias y no han arrojado sorpresas.

Dichas fuentes no han querido desvelar más detalles del estudio, en tanto se pronuncie la Audiencia Nacional, si bien han avanzado que el test ha marcado "varios" puntos del Sur de Francia como lugares probables de que se encuentre el empresario.

El test a Silva Sande se efectuó en Zaragoza el pasado mes de septiembre en el Instituto de Medicina Legal de Aragón y duró once horas, repartidas en dos días consecutivos.

Durante el examen, Silva Sande mostró "una colaboración estupenda", según dijo entonces a EFE el neurofisiólogo José Ramón Valdizán, uno de los especialistas que hicieron el examen.

El objetivo del test era localizar el cuerpo del empresario, cuyo paradero se desconoce desde hace 20 años.

Silva Sande confesó en su día que había participado en el secuestro de Publio Cordón y que el empresario zaragozano murió en el sur de Francia al tratar de escapar por una ventana.

Este mismo test (el P-300) se le practicó anteriormente a Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta de Castillo, y a Antonio Losilla, en prisión provisional por la muerte de su pareja, Pilar Cebrián, de momento de forma infructuosa.

En el caso de Silva Sande se le hizo una prueba complementaria (N-400), que al parecer es más precisa.

Ambas pruebas se basan en la interpretación de las ondas del cerebro al mostrar un texto o una imagen.