La DGA reclama también un sobrecoste de cuatro millones en el edificio PC-10, un aulario de FP, cuya compra se firmó a la vez, en el 2007. Las ventas aparecen en el mismo contrato y en el mismo epígrafe del acta del consejo. Además, unos apuntes de Escó en el presupuesto del PC-1 --él mismo las reconoció como suyas, de cuando explicó la venta al consejo-- se referían a este segundo inmueble. Pero los consejeros coincidieron en que eran operaciones distintas, que la segunda sí era a precio de mercado y que se pagó a "coste cero" con una subvención del Ministerio de Educación. Pese a que esta la pidiera la DGA, no Plaza.