Un novillo se dio ayer a la fuga en las fiestas de Santa Cruz de Moncayo y se organizó una batida para atraparlo. El hecho se produjo sobre las seis de la tarde, durante la celebración de las fiestas patronales, que habían empezado con el tradicional chupinazo.

El veterinario que prestaba servicio en el festejo resultó herido al sufrir un traumatismo en la operación de captura del astado y tuvo que ser trasladado en ambulancia al hospital Reina Sofía, en Tudela, para ser atendido de la lesión. Fuentes de la Benemérita, que cortó el tráfico en la carretera que atraviesa el municipio, señalaron que el herido no había sido embestido.

Durante el primer encierro, el animal golpeó una valla y rompió uno de sus barrotes, lo que le permitió colarse por el hueco en dirección al campo. La fuga causó un momento de estupor entre el numeroso público presente, pero pronto se organizó un grupo de vecinos para atraparlo. Además, se estableció contacto con el guarda forestal de Tarazona para que acudiera a la captura del astado con un rifle que dispara dardos anestesiantes.

El toro, de 200 kilos, deambuló por la carretera que sube al Moncayo y, al final, se paró a un lado, entre la expectación de la gente.

«En principio, no había peligro y se acercaron muchos padres con sus hijos», comentó un vecino. «El animal estaba tan pancho, ajeno al revuelo que había armado», añadió.

Unas dos horas después de la fuga, el animal siguió su huida y se refugió en un chalet. Esto permitió cerrar la entrada al mismo con un camión del ganadero y acorrarlarlo en ese lugar.

De esta manera, el guarda forestal de Tarazona disparó un dardo que lo adormeció y fue posible subirlo al camión. En el proceso de esta operación se produjo la lesión del veterinario, señaló un testigo de los hechos que indicó que las fiestas seguirán con normalidad.

La persecución del novillo movilizó a gran cantidad de gente. No solo intervino la Guardia Civil, también estaban los encargados de la ganadería propietaria y algunos de los mozos que pensaban correr en el encierro.

Sin consecuencias

«No se ha vivido como un acontecimiento peligroso, aunque es lamentable que el veterinario haya resultado herido», manifestó el mismo testigo.

«Ha sido una caída sin consecuencias», señaló por su parte Alberto Val, alcalde de Santa Cruz de Moncayo y presidente de la comarca Tarazona-El Moncayo. «Lo que ha pasado le podría haber ocurrido a cualquiera, pero no ha sido nada grave», aseguró el primer edil.