Una fuerte tormenta que dejó ayer más de 75 litros por metro cuadrado en algunas zonas del Pirineo oscense como el Valle de Benasque obligó a desalojar a 120 adultos y niños que acampaban en este entorno. También hubo importantes precipitaciones en Teruel como en Mora de Rubielos, que a finales de julio pidió ser declarado zona catastrófica después de que bolas de hielo de hasta 8 centímetros arrasaran tejados y vehículos del municipio.

Las primeras precipitaciones en forma de pedrisco comenzaron sobre las 17.00 horas, si bien fue durante la madrugada, sobre las 02.45 horas cuando la situación empeoró con la precipitación en forma de lluvia. Esto ocasionó una venida de agua y piedras que se habían acumulado en la zona alta del prado de la Renclusa. donde se habían instalado más de una docena de tiendas de campaña que fueron arrastradas, en alguno de los casos con personas en su interior. Todos ellos pudiendo salir por sus propios medios, sin sufrir daños personales graves, teniendo alguno contusiones y erosiones. El agua se llevó todas sus pertenencias y en algunos casos la documentación personal.

En el refugio que se encuentra cerca del lugar del suceso, la Guardia Civil dio cobijo a una treintena de personas, alguna de ellas sin ropa ni calzado seco, suministrándoles bebidas calientes, mantas, comida y diferente ropa de abrigo. Los agentes también trataron de ayudarles en la búsqueda y recuperación de los enseres personales.

Un auxilio que, tal y como reconocieron los propios agentes del Puesto de Seguridad Ciudadana y del Grupo de Montaña, no fue fácil, ya que «hubo que subir a pie hasta el lugar en medio de una fuerte tormenta, llegando incluso a granizar, teniendo que cruzar dos barrancos con agua hasta la rodilla». Durante la ascensión pudieron observar un fuerte caudal de agua que había arrastrado los objetos personales casi hasta la Besurta.

BÚSQUEDA

Una vez en el lugar, los miembros del instituto armado, junto con guardas del refugio, realizaron una búsqueda en toda la zona por si hubiera alguna persona atrapada o que hubiera sufrido lesiones, no localizando a nadie.

Con las primeras horas de luz más efectivos pertenecientes a Seguridad Ciudadana y del Greim de Benasque subieron a pie reconociendo todo el terreno y el cauce del río, localizando objetos personales que subieron a La Renclusa. También se incorporaron a las labores de evacuación el helicóptero de la Guardia Civil con base en Benasque, el cual puedo realizar un total tres viajes con un total de 16 personas entre adultos y menores de edad. Una tarea que también fue complicada por los bancos de niebla que cubrían la zona.

Paralelamente, la Guardia Civil organizó grupos para bajar hasta la Besurta y desde allí les trasaladaron hasta la localidad de Benasque, bajando a pie unas 90 personas, muchas de ellas alojadas en el refugio y que no habían sufrido ninguna incidencia, pero que tenían que regresar a sus domicilios, siendo el terreno de descenso y el caudal de los barrancos que tenían que cruzar peligroso.

El alcalde de Benasque, José Ignacio Abadías, se felicitaba ayer de que no hubiera habido que lamentar daños personales. «Me han llamado para que habilitáramos el polideportivo por si acaso y se han preparado mantas, toallas y las duchas. Ha sido el punto de encuentro porque había familias algo desperdigadas», apuntó el primer edil.

AUXILIO

No fue el único municipio de la zona que ayer tuvo que auxiliar a unos campistas. El alcalde de Laspaúles, Joaquín Ignacio Espot, tuvo que habilitar un local municipal a un grupo scout valenciano, conformado por treinta niños de entre 12 y 13 años, que estaba de excursión en la zona. «Sufrieron las primeras lluvias y al ver que la situación no iba a remitir nos pidieron ayuda», añadió Espot. Allí se acumularon 52 litros por metro cuadrado.

Reconoce que la granizada provocó daños en algunos tejados y vehículos de esta localidad oscense que en estas fechas aumenta su población hasta los 400 vecinos. «Suele caer pedrisco, pero como lo de anoche no, eran un poco más pequeñas que pelotas de ping pong», recalcó el primer edil de Laspaúles. La tormenta también la vivieron con intensidad en Laspuña, en el Sobrarbe. Mariló Cardona, una de las trabajadoras del hostal Casa Sidora, destacó que «hubo un momento a mitad de noche donde la intensidad del granizo y el ruido de los rayos hizo que nuestros clientes se despertaran y se desvelaran prácticamente toda la noche». Cardona reconoció que el granizo que cayó «fue bastante importante, parecía que había nevado».

Desde la Guardia Civil quisieron ayer hacer hincapié en la necesidad de tener en cuenta las previsiones meteorológicas a la hora de realizar actividades en montaña o al aire libre de cara a evitar situaciones como la que ocurrida en Benasque.