Poco más de diez minutos fueron suficientes para colapsar Zaragoza ayer por la tarde. Una fuerte tormenta con lluvia y granizo y viento paralizó la ciudad sobre las 18.30 horas, y todavía hoy sufre las consecuencias. Con más de 150 incidencias y medio centenar de árboles de gran porte caídos y varias calles cortadas e inundadas, la capital aragonesa se convirtió en un caos. Varios conductores se quedaron atrapados hasta que reabrían lentamente el tráfico en algunas vías, el tranvía estuvo funcionando en bucle durante horas por la caída de una rama de gran tamaño en mitad de la catenaria en Fernando el Católico y la basílica del Pilar tuvo que cerrarse al culto por la acumulación de agua. En los museos del Puerto Fluvial, las Termas y el Foro los Bomberos estuvieron achicando agua durante horas.

Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en el barrio de Valdespartera se registraron 17,2 litros por metro cuadrado y en el aeropuerto 12. La intensa lluvia concentrada en tan pocos minutos, acompañada de granizo y la mezcla de hojas provocó que los desagües se atascaran y tardaran más en evacuar el agua.

En el aeropuerto se tuvo que desviar un avión de carga que llegaba desde Emiratos Árabes Unidos y que, por decisión del comandante, decidió irse al de Madrid.

En la estación Delicias se crearon grandes charcos por las goteras, igual que en centros comerciales, como el del Actur. Algún que otro local también sufrió las consecuencias, y numerosos garajes acabaron con agua.

Una de las imágenes más sorprendentes de la tarde se registró en la calle Galán Bergua, en el barrio de Delicias, donde se creó una gran balsa de agua y todos los coches que se encontraban estacionados acabaron flotando e inundados.

Las arterias principales de la ciudad sufrieron cortes de tráfico, generando el caos en la circulación. La avenida Navarra tuvo que ser cortada en ambos sentidos por la acumulación de agua durante casi dos horas, y se fue reabriendo por tramos, lo que generó un gran atasco en plena hora punta, igual que la entrada a la ciudad por la carretera de Logroño.

También se tuvo que cerrar el tráfico en otras de las arterias principales de la ciudad, la avenida Puente del Pilar, por la caída de un árbol de gran tamaño en sentido al barrio Jesús.

Por el mismo motivo se cerraron los paseo Damas y Sagasta, donde al menos se desplomaron tres ejemplares; la calle Asalto; Isabel la Católica altura instituto Miguel Catalán; Villa de Pau, Tierno Galván; Castillo Loarre o Alquézar. Más de medio centenar de árboles e innumerables ramas ocuparon calzadas, calles y zonas de aparcamiento, afectando a un sinfín de vehículos.

Las balsas de agua que se formaron en algunas zonas, como en Echegaray, a la altura de Vadorrey o en Tenor Fleta, crearon problemas de circulación hasta que los desagües consiguieron absorber todo el agua, e incluso alguna tuvo que cortarse temporalmente. En el centro de especialidades de San José, y como consecuencia de las filtraciones, se inundó la zona de radiología. Según informaron desde Sanidad, en el resto de hospitales sufrieron problemas por la imposibilidad de las tuberías de tragar toda el agua registrada.

En el campus universitario de San Francisco se acordonó la zona de la arboleda por el desplome de varios ejemplares y el riesgo a que caigan más.

Precisamente, este es uno de los problemas a los que se enfrenta hoy la ciudad, ya que las raíces están muy reblandecidas y hay que tener en cuenta que el estado del arbolado en Zaragoza no es el más óptimo.

La desconexión de la línea de media tensión Paraíso-Salamero dejó a más de 1.700 clientes sin suministro de luz. Las incidencias se registraron sobre las 18.50 horas y a las 21.32 todavía unos 500 de los alrededores del Mercado Central y San Pablo seguían sin luz. Al parecer, según explicaron desde Endesa, alguno de los transformadores que se encuentran en el subsuelo de Paraninfo pudo inundarse, lo que provocó la avería.

El acceso a Movera y Pastriz también se vio afectado por la caída de árboles y ramas por el camino.