La fuerte tromba de agua que descargó sobre la ciudad de Teruel el martes por la tarde causó graves daños en dos barrios concretos: el de San Blas y el de Jorgito. Ambas zonas quedaron cubiertas de una mezcla de barro, piedras y suciedad arrastrada por el río en que se transformaron las ramblas que pasan por ellas.

Por eso durante la mañana de ayer las brigadas municipales se afanaron en la limpieza de las calles más afectadas. Sirviéndose de palas, los operarios fueron recogiendo los restos que se hallaban esparcidos por el suelo, mientras los vecinos procedían a recoger los bajos de numerosos edificios donde había penetrado el agua.

Por otro lado, el diputado provincial delegado de Caminos Rurales, Álvaro Casas, estuvo durante la mañana visitando las zonas afectadas por las últimas tormentas. En el recorrido le acompañaron la alcaldesa de San Blas, Encarna Pumareta, y la concejala del Ayuntamiento de Teruel Rocío Feliz de Vargas.

Tras comprobar los daños, Casas aseguró que en el menor tiempo posible la Diputación de Teruel se compromete a arreglar lo más urgente y "en este caso se va a comenzar con la parte más deteriorada del camino que une el municipio de San Blas con Teruel y que da acceso a todas las huertas, así como a la Fuente de Ambel".

Según el diputado provincial "este camino es muy utilizado y ahora no solo es intransitable, sino que es peligroso intentar circular por el mismo".

Cabe recordar que la tormenta caída en Teruel el martes revistió una gran violencia y que cuatro vehículos fueron arrastradas por el agua que bajó desbocada por las calles de San Blas y Jorgito, dos barrios, que por sus especiales características, se llevan la peor parte en caso de lluvias torrenciales.