Las tormentas que descargaron ayer y en la noche del lunes al martes en la comarca del Bajo Aragón provocaron graves daños en la agricultura en un momento en que la zona se encuentra en plena campaña de recolección del melocotón. Además, también se produjeron desperfectos en algunas viviendas y las calles quedaron cubiertas de barro en determinados puntos.

Según los primeros cálculos, alrededor de 500 hectáreas de frutales sufrieron daños más o menos graves, pero aún falta realizar un pormenorizado estudio de los efectos de la tromba. Se da la circunstancia de que el Bajo Aragón ha sufrido varias tormentas durante el pasado verano, con lo que esta última ha avenido a agravar una situación de por sí complicada.

Las tormentas descargaron con especial violencia en Calanda, Alcañiz, Valmuel y Puig Moreno, dos núcleos rurales de la capital de la comarca.

"En poco rato han caído entre 40 y 60 litros por metro cuadrado, según las zonas", informó ayer Antonio Cerdán, gerente de la Cooperativa de la Calandina, que comercializa aceite de oliva y el afamado melocotón de Calanda, caracterizado por terminar su maduración en bolsas de papel.

Precisamente, el agua caída ayer ha tenido un impacto negativo sobre este cultivo, dado que ha retrasado el proceso de recolección.

"El efecto principal de la tromba ha sido que el destrío ha aumentado entre un 10% y un 15% con respecto al que ya había", añadió Cerdán, que se refería a la fruta que se destinará a zumo al haber quedado dañada o afeada por el impacto de la tormenta.

En principio, el Bajo Aragón iba a registrar una buena campaña de melocotón embolsado. Pero las sucesivas tormentas han ido reduciendo a la baja los pronósticos iniciales.

Por otro lado, el núcleo de Valmuel, perteneciente a Alcañiz, también se vio duramente golpeado en la tarde de ayer por una tromba que causó pequeñas inundaciones y afectó a las calles y viviendas.

Cabe recordar que el Bajo Aragón es una zona especialmente castigada por los fenómenos meteorológicos adversos. Como, por ejemplo, la granizada que descargó sobre Alcañiz a principios de la pasada década y que causó numerosos daños en los tejados de los inmuebles y en muchos automóviles.