La comarca de Calatayud, y en especial la ribera del Jalón, se vio afectada ayer por fuertes tormentas de lluvia y granizo que causaron graves daños en distintas localidades, dificultaron la circulación y provocaron destrozos por valorar en los cultivos.

Las tormentas, que avanzaron de este a oeste por el Sistema Ibérico, descargaron a primera hora de la tarde y produjeron de inmediato una gran crecida del río Jalón en su parte alta. Cayeron 35 litros por metro cuadrado en Alhama de Aragón, 17 en Ateca y 13 en La Almunia. Daroca también se vio afectada y recibió 11 litros, cinco más que Jaraba, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología.

«El campo de fútbol se ha inundado en cuestión de minutos», señaló ayer José María Castejón, alcalde de Alhama de Aragón, que explicó que la tormenta descargó entre las 13.30 y las 14.00 horas.

Muy cerca, en Ateca, cayó una granizada que duró entre 10 y 15 minutos y cubrió las calles de bolas blancas, «algunas con la circunferencia de una moneda de 50 céntimos», indicó el concejal Fernando Vicén. «El granizo ha caído acompañado de mucha agua y ha provocado la caída de ramas y hojas», añadió.

BALSAS EN LA A-2 / En la zona de Monreal de Ariza cayó una tromba que formó balsas de agua en la autovía A-2, lo que provocó problemas de circulación, si bien no se registraron accidentes. Asimismo, se produjeron desprendimientos en la carretera N-330 a la altura de Botorrita y fue preciso cortar la A-211, entre Daroca y Santed, debido a la acumulación de granizo en el asfalto.

La pedregada pudo causar importantes daños en la agricultura, en particular en los frutales de la ribera del Jalón y en el cereal de las zonas atravesadas por las tormentas. Las pérdidas se concentran en lugares muy concretos, dado que en la mayoría de los casos se trató de fenómenos atmosféricos muy localizados que desbordaron los barrancos y las acequias.

El río Jalón creció en torno a 30 centímetros de altura a partir de su entrada en Aragón, lo que indicaba que había llovido con fuerza a su paso por Soria.

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) recomendó ayer «mucha precaución» en todas las actividades que se realicen dentro del dominio público hidráulico debido al riesgo de crecidas de carácter súbito en cauces menores y barrancos en aquellas zonas donde los chubascos tormentosos descarguen con mayor intensidad.

Aunque no se esperan nuevos incrementos de caudal significativos en la cuenca del Ebro, al menos hasta la tarde del domingo, debido a la inestabilidad atmosférica y el riesgo de chubascos, más probables en zona de montaña, la CHE reconoce la imposibilidad de «determinar que cursos fluviales experimentarán las crecidas más importantes».