El proyecto de Torre Village, ahora renombrado La Torre Outlet, no tendrá que someterse al procedimiento de evaluación ambiental estratégica después de que el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental haya emitido un informe, publicado en el Boletín Oficial de Aragón, en el que se dan por suficientes las medidas llevadas a cabo hasta ahora en materia medioambiental.

Esta evaluación concluye que el uso del suelo que va a tener ahora esta parcela, antes dedicada a la actividad industrial (era donde se encontraba la antigua fábrica de Pikolin) no va a implicar un empeoramiento del entorno con respecto al pasado. El proyecto «no supone una explotación intensiva del suelo ni de otros recursos en tanto no se produce recalificación de nuevos suelos ni de un incremento de la edificabilidad global», dice el texto. Es decir, al ocupar Torre Village el mismo espacio que la antigua fábrica, el impacto no cambia, si acaso se reduce por considerarse menos perjudicial, en algunos aspectos, la actividad comercial que la industrial.

Uno de los aspectos que el informe valora positivamente es la creación de dos zonas verdes en este complejo. Tendrán una superficie total de 12.735 metros cuadrados. La más grande estará situada en la zona norte del centro comercial y tomará la forma de un parque lineal que colindará con la línea de ferrocarril. La segunda estará en la zona sur, en la entrada, y estará partida en dos. Se propone, eso sí, la plantación de un árbol por cada 30 metros cuadrados de terreno. A nivel paisajístico este examen concluye que el futuro Torre Village concuerda más con el entorno que las naves que hasta ahora ocupaban la finca, mientras que destaca también que, a nivel social y económico, el proyecto será positivo porque creará «empleo en la zona».

Eso sí, en el informe consta que no se han tenido en cuenta las repercusiones sobre el impacto del complejo en el tráfico ni sobre las emisiones que producirían los desplazamientos en vehículo privado hasta el lugar, a pesar de que estudios previos sobre otros complejos comerciales sí que han constatado «grandes impactos sobre la movilidad y la contaminación». Sí que se explicita que se considera necesario «un plan de movilidad» ex profeso para facilitar el acceso con transporte público.

Tampoco se incorporan en este análisis ambiental los efectos de la apertura de Torre Villaje en el pequeño comercio, que desde el principio se asoció para luchar contra la creación de esta nueva zona de tiendas.