La comercialización de Torre Village, el nuevo centro comercial en el que se reconvertirá la antigua fábrica de Pikolín de la carretera de Logroño, va «viento en popa», según fuentes consultadas del sector inmobiliario y comercial de Zaragoza. Al margen de las ampollas que levanta el proyecto en ciertos sectores, que siguen pendientes de que los tribunales se pronuncien sobre su legalidad, el complejo afronta ya la recta final de las obras con la previsión de abrir sus puertas este año. La fecha marcada en rojo en el calendario es la de las próximas fiestas del Pilar. Aunque la especialidad con que se presenta este espacio son las tiendas outlet, dedicadas a la venta de artículos de moda a precios bastante reducidos, lo cierto es que la oferta de ocio también va a jugar un papel destacado, con la creación de unos multicines con ocho salas de proyección de películas y un total de 1.014 butacas a añadir a las existentes en la capital aragonesa.

El proyecto está promovido por Iberebro, la sociedad de inversión patrimonial de la familia Soláns, propietaria a su vez del fabricante de colchones Pikolín, que prevé realizar un desembolso directo de 111 millones de euros para hacer realidad gran superficie comercial y generar un millar de puestos de trabajo. Los promotores no han querido informar sobre la situación actual de Torre Village ni de la comercialización de sus espacios, una gestión que fue encomendada a la empresa austriaca ROS (Retail Outlet Shopping). Este diario, sin embargo, ha podido confirmar por otros medios novedades importantes del futuro centro de compras.

MODA 'LOW COST'

Entre las compañías de moda que ya han anunciado su presencia en la zona outlet figuran la firma estadounidense Guess, que ya cuenta con un establecimiento en Zaragoza (en Puerto Venecia), o la cadena española Lamford, que estrenará en la capital aragonesa la que será su séptima tienda multimarca (Jack & Jones, Vans, Champion o Grimey) a nivel nacional. Además de las citadas firmas, en el mundo del retail suena con fuerza la incorporación de Ficty Factoría (outlet del grupo Cortefiel), uno de los pocos rótulos de ropa que quedan en el menguante centro comercial Plaza Imperial, situado en las inmediaciones de la A-2, al que por su proximidad hará competencia directa cuando abra el complejo de la carretera de Logroño.

Por otra parte, en la zona de ocio y restauración está asegurada la presencia de dos conocidas cadenas de comida rápida como son McDonald’s y Foster’s Hollywood. También es muy probable que suba la persiana en este centro alguna de las firmas del grupo Vips (Ginos. Starbucks o Fridays).

MÁS OCIO Y RESTAURACIÓN

Con los multicines, Torre Village se acerca a la oferta convencional de centros comerciales que ya existen en la capital aragonesa, pero el proyecto que desarrollan los promotores de Iberebro pasa por dedicarles 5.266,77 metros cuadrados de superficie. De ellos, 437,68 se encuentran en la planta baja del edificio principal de la manzana denominada M1 y otros 4.829,09 en la primera altura.

Todo para dar cabida a ocho salas que incluyen tres con capacidad para 108 personas, otras tres con 116, una con 158 y la última, la más grande, con 174 butacas. En un edificio que contará con ambigú en la planta baja, junto a las taquillas, y en la primera planta, y una previsión de mover a nueve trabajadores para su funcionamiento ordinario. Respecto a su distribución, los cines se repartirán en tres bloques independientes conectados con dos pasarelas en altura, aunque solo una de ellas se dedicará a los movimientos de los usuarios.

LICENCIA COMERCIAL

Respecto a las marcas de restauración, se sabe ya que McDonalds instalará un restaurante de dos tenedores con capacidad para 118 plazas, con una superficie de 325 metros cuadrados de superficie en una única altura (planta baja) y con servicio de recogida rápida, en una edificación independiente del resto.

Un total de 353,44 metros cuadrados tendrá el Foster’s Hollywood, también en la manzana donde se localizará la oferta de ocio y restauración del complejo comercial, y que también están presentes en otros centros comerciales de Zaragoza, como Puerto Venecia.

No cabe duda de que los espacios de ocio y la restauración serán uno de los puntos fuertes de Torre Village. Estos usos jugaban un papel secundario cuando el proyecto empezó a gestarse hace ya cinco años, sin embargo, esta parte contará finalmente con unas instalaciones de 10.186 metros cuadrados, solo 5.000 menos que la zona de tiendas outlet (16.038 m²), que espera albergar 90 establecimientos de moda y estilo de vida de diferentes tamaños.

Al tiempo que avanzan los trabajos de construcción, Iberebro está inmerso en el desarrollo de la compleja tramitación administrativa que requiere una iniciativa de estas características. Uno de los permisos más importantes que debe obtener es la licencia comercial de gran superficie, cuya solicitud se encuentra ahora mismo sometida al periodo de información pública y de presentación de alegaciones. El plazo fue abierto el pasado miércoles por la Director General de Industria, Pymes, Comercio y Artesanía del Gobierno de Aragón.

La inversión de Iberebro fue declarada de interés autonómico por la DGA, que concedió esta calificación por la vía del silencio administrativo. De esta manera, el proyecto está gozando de unos plazos de tramitación más ágiles y reducidos. De hecho, gracias a esta fórmula, ha podido iniciar las obras de construcción antes incluso de obtener la licencia comercial, que tiene como finalidad comprobar la ausencia de afección al interés general de la actividad en materia de patrimonio, medio ambiente y urbanismo, según explicaron fuentes de la DGA.

Hasta el pasado viernes no se había presentado ninguna alegación contra este permiso, aunque previsiblemente llegará alguna esta semana teniendo en cuenta el recurso contencioso administrativo presentado hace un año contra este centro por organizaciones políticas, sindicales, vecinales y comerciales. No obstante, tras superar múltiples trabas, nada parece que vaya a frenar ya la apertura de Torre Village .