Familias procedentes de distintas provincias españolas han participado hoy en la tradicional vocación mariana del pesaje y presentación de recién nacidos a la Virgen en el Santuario de Torreciudad (Huesca), que ha contado en esta ocasión con la ofrenda de veintiún bebés.

A la cita han acudido familias de Barcelona, Madrid -desde donde ha acudido una familia a presentar a su octavo hijo-, Valencia, Bilbao, Pamplona o Palencia, mientas que la representación aragonesa ha llegado desde Barbastro, Graus, El Grado y Artasona.

En total 21 bebés, 12 niños y 9 niñas, desde el mes y medio de vida de Jorge, de El Grado, hasta los doce meses de Mencía, de Barcelona.

La jornada ha comenzado con una misa celebrada por el rector del santuario, Javier de Mora-Figueroa, en la que ha cantado la soprano barbastrense Ruth Repáraz, quien también ha presentado a la Virgen a su hijo Nicolás.

Posteriormente se ha celebrado la romería en dirección a la antigua ermita por el sendero de los Dolores y Gozos de San José y ha tenido lugar el tradicional Canto de los Gozos de la Virgen de Torreciudad y la ofrenda de las familias a Nuestra Señora, antes del pesaje de los bebés en una antigua balanza forjada en hierro.

Según la costumbre, los padres introducen a sus hijos en una canasta de mimbre colocada en uno de los brazos de la balanza, mientras que en el otro igualan el peso de la criatura poniendo productos de sus lugares de origen.

Este año la báscula ha pesado vino del Somontano y de las comarcas catalanas, aceite de Artasona y del Bajo Aragón, tomate rosa de Barbastro, una sandía de 9 kilos, un jamón de Teruel, una calabaza y productos típicos castellanos.

En otras épocas, estos alimentos servían para la manutención de la familia del santero o la santera que custodiaba la ermita, pero en la actualidad se distribuye entre familias necesitadas de la zona.

Después del pesaje de los bebés, se ha hecho entrega a los padres de un recordatorio impreso con la fecha del ofrecimiento y una medalla de la Virgen de Torreciudad.

La jornada ha concluido con otra costumbre tradicional, el reparto de "La Caridad", raciones de torta y vino y el canto de varias jotas aragonesas y canciones dedicadas a la Virgen.