La ciudad de Toulouse se encuentra a «dos pasos» de Zaragoza, por ese motivo las dos administraciones municipales han decidido «reforzar» los lazos de colaboración turística, aprovechando la «vinculación académica, cultural y política» de los dos territorios. «Muchos aragoneses se han instalado en la ciudad desde los años 30, una relación estrecha que ahora se mantiene con los estudiantes», destacó ayer el director adjunto de Turismo de la capital francesa, Adrián Harmel.

Esta colaboración se comenzará a notar en los próximos días con la aparición de anuncios publicitarios en las calles de Zaragoza, así como con el inicio de una campaña en las redes sociales. El responsable turístico de la ciudad señaló que esta colaboración entre los dos territorios llega en un momento «fundamental» debido a que ambas ciudades mantienen «la autenticidad y la espontaneidad» que supone no estar totalmente explotadas desde el punto de vista turístico.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha reservado varios espacios repartidos por toda la ciudad para difundir los atractivos de Toulouse, que van desde la arquitectura a la gastronomía. «Esta campaña es fruto del acuerdo alcanzado en el 2016 entre las dos ciudades que aborda aspectos turísticos, de patrimonio y educativos», indicó la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández.

La relación histórica entre los dos territorios es muy significativa. Además, según indicó Harmel, ambas ciudades han estado «relegadas» de los principales circuitos turísticos, a pesar de los intereses que pueden ofrecer. Toulouse, en este sentido, defiende que ha multiplicado su oferta en los últimos años, sumando museos como el dedicado a la industria de la aviación o La Halle de la Machine donde se pueden ver las famosas máquinas gigantes de la compañía teatral que alguna vez recorren el centro de la ciudad.

La oferta de la ciudad francesa también incluye festivales y ciclos culturales, así como una animada vida nocturna. A veces demasiada, bromeo el francés.

ENTORNO PRIVILEGIADO

«Siempre se nos ha visto como una ciudad de paso, algo que ahora tiene que cambiar», señaló. Una precisión necesaria teniendo en cuenta que Toulouse se encuentra a a una hora de Carcasona (una villa medieval reconstruida en el siglo XIX) y está rodeada por unos 40 pueblos medievales de los que se encuentran en la ruta francesa de las localidades más bonitas del país.

Por otro lado, la ciudad también tratará de difundir su potencia en el aspecto industrial. Sin ir más lejos, en el ámbito aeroespacial emplea de forma directa a 2.000 personas, según explicó Harmel. Y por este motivo entre la oferta turística se ha colado un parque temático sobre la conquista del espacio en el que en la actualidad se conmemora el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna.

Además, mirando un poco más atrás en la historia, la ciudad de Toulouse ha sabido ofrecer una lectura de su pasado comprometida con la memoria histórica, con calles y plazas dedicadas al exilio republicano español, del que formaron parte miles de aragoneses. En este sentido destaca la calle dedicada a la figura de Francisco Ponzán, un discípulo de Ramón Acín que entre 1940 y 1944 ayudó a cruzar a 3.000 personas por el Pirineo.