Un hombre de 35 años murió ayer asfixiado en una carpintería metálica de un polígono industrial de Zuera (Zaragoza), después de que se produjera un incendio que le provocó quemaduras en diversas partes del cuerpo. Con ésta, son ya ocho las víctimas mortales en accidentes laborales en Aragón desde el 1 de enero.

Los hechos ocurrieron en torno a las doce y media del mediodía, cuando unos diez empleados de la empresa Sazaplás se disponían a comer en una sala de la segunda planta de la nave donde los operarios suelen hacer fuego con frecuencia para calentarse mientras descansan.

Al parecer, una vez preparada la hoguera se produjo una deflagración y el fuego se extendió con gran rapidez al prender el aislante que recubría las paredes. Una de las hipótesis que se baraja se centra en la posibilidad de que hubiera partículas de sustancias inflamables en el ambiente, lo que habría ayudado a la propagación del incendio. La Policía Judicial investiga ahora las causas exactas del fuego, que no dañó en exceso la fachada.

Según explicó a este periódico el propietario de una panadería ubicada junto al local afectado, la mala suerte se cebó con el fallecido, José Manuel J. O.: "Me había marchado a casa cuando al poco rato me avisaron del incendio. Acudí porque mi nave está pegada a la carpintería. No se veían llamas, pero sí muchísimo humo. Era puro alquitrán. Todos los trabajadores salieron corriendo a tiempo menos el fallecido y fueron trasladados a la Mutua de Accidentes de Zaragoza para ser observados. Ha sido una desgracia".

El testigo añadió que los empleados se dieron cuenta de que faltaba su compañero en cuanto salieron de la nave. "Lo encontraron muy cerca de la salida, tumbado boca abajo. No sabemos si al inhalar el humo se desmayó o tropezó. Pero no pudo escapar por muy poco", explicó.

Los empleados alertaron al 112, que movilizó ocho vehículos de los Cuerpos de Bomberos de Zuera, Ejea de los Caballeros y Zaragoza para sofocar el incendio ante el riesgo de que se extendiera a las naves colindantes. Igualmente, los servicios médicos de Bomberos trataron de reanimar al fallecido en vano, que presentaba quemaduras en el cráneo, el cuello, el rostro y las extremidades superiores, así como síntomas de un paro cardíaco.

Por eso, aunque desde la Diputación Provincial se señaló la causa de la asfixia como detonante de la muerte del joven, los Bomberos se mostraron más cautos y prefirieron no dar una versión definitiva hasta que se conozca el resultado de la autopsia. "Ha sido una muerte bastante rara", indicaron fuentes del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza.

El panadero que presenció el trágico suceso aseguró que las quemaduras no parecían de especial gravedad. "El cuerpo no estaba calcinado. Y tanto los médicos como los agentes de la Guardia Civil comentaron que la asfixia parecía la causa más probable", indicó.