Un trabajador de 30 años perdió la vida ayer tras ser aplastado en una fábrica de piezas prefabricadas para la construcción en la localidad turolense de Calanda. El operario, de nacionalidad marroquí, quedó atrapado entre una máquina y una plancha de hormigón en torno a las siete menos veinte de la mañana.

Las lesiones que sufrió eran de carácter grave. Por ello, una vez extraído, fue trasladado en ambulancia, en estado inconsciente, al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde murió por la tarde como consecuencia de las heridas.

Se ha abierto una investigación para determinar la causa del grave accidente, que pudo costar la vida también a otro trabajador que se salvó gracias a que consiguió escapar a tiempo.

José de las Morenas, miembro de UGT en Aragón y técnico en Prevención de Riesgos Laborales, señaló ayer que se trata de la primera muerte en accidente laboral que se registra en la comunidad desde que empezó el año.

El sindicalista precisó que, en el 2016, según los datos recopilados hasta el mes de noviembre, se produjeron 22 muertes en accidentes laborales. «Son malas cifras y hay que hacer un llamamiento a que las empresas inviertan en la prevención», subrayó.

De las Morenas aseguró que existe una tendencia al incremento de los siniestros laborales. El accidente de ayer se registró en una industria vinculada a la construcción que se halla situada en el polígono industrial de Fuensalada. La muerte del trabajador causó una honda conmoción entre sus compañeros y entre los vecinos de la población.