El Colectivo Unitario de Trabajadores (CUT) de la empresa de autobuses de Zaragoza denunció ayer que el grupo Avanza ha actuado con «opacidad» a la hora de gestionar el fraude de las tarjetas de transporte. «La gestión en torno a este hecho continúa dominada por la total falta de transparencia que tanto desde la empresa concesionaria -responsable directa del servicio-, como desde el ayuntamiento de nuestra ciudad -que mantiene privatizado el mismo- están mostrando en relación a este turbio asunto.», explicaron en un comunicado.

El colectivo señala que la «macroestafa» que afecta al servicio «se ha venido dilatando en el tiempo, en diferentes fases y repuntes» sin que hasta ahora «se haya arrojado por empresa o ayuntamiento algo de luz que permita cifrar el agujero económico que esta práctica fraudulenta está provocando en las arcas municipales, pues cabe recordar que, aunque la gestión del servicio está subcontratada y la explota la multinacional Avanza-ADO, los ingresos obtenidos a través de recaudación por tarifas, son propiedad del consistorio de la ciudad».

El sindicato lamenta que en estos momentos «lo único que se sabe acerca del tema» se limita a lo que trascendió en su día a través de la prensa, y señalan que no existe «la certeza de que la multinacional haya sido capaz de atajar el fraude a estas alturas».

Por otra parte, recuerdan que existe una prometida auditoria de cuentas que Avanza Zaragoza debía presentar al ayuntamiento pero explican que no tienen «ningún tipo de información, siendo este un hecho especialmente preocupante en un momento en que la concesión del autobús urbano está en entredicho».

«Nos parece sorprendente que algo tan sencillo y tan básico como que la empresa concesionaria rinda cuentas de su gestión al consistorio de la ciudad -entidad que le paga-, todavía no se haya llevado a cabo», manifiestan.

Además, advierten en su comunicado de que continúan «evidenciándose signos de desmoronamiento y pérdida de calidad del servicio» al señalar, por ejemplo, que han observado que para llevar a efecto la regulación horaria de las líneas «en algunos casos se está haciendo descender de los autobuses a los usuarios que realizan su viaje en paradas intermedias del recorrido y sin que el autobús haya llegado al terminal», algo que obliga a esperar otro autobús para así proceder a la regulación horaria del servicio. «Estas prácticas pueden tener como objeto el de enmascarar tiempos de recorrido insuficientes», indican.