El Colegio de Trabajadores Sociales ha acusado a la Universidad de Zaragoza de excluir a sus profesionales de la carrera docente y relegarles a puestos de profesor asociado «menospreciando» su formación, investigación y conocimiento en su disciplina.

La organización colegial denunció que de los 14 docentes doctorados en el área de Trabajo Social y Servicios Sociales de la universidad, solo seis son trabajadores sociales de los que cinco son de carácter permanente, lo que supone, subrayaron, que «el 64% de los profesores permanentes no tienen esta formación específica».

Denunciaron que, a pesar de que en los últimos años graduados en Trabajo Social con doctorado y acreditados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad se han presentado a las plazas para ser profesores universitarios, «las comisiones de selección, formadas mayormente por docentes que no son trabajadores sociales, han interpretado que cualquier carrera da la formación necesaria para ser docente de esta área, incluso aquellas que no figuran como áreas asimiladas o próximas según los criterios aprobados por el propio departamento».

REQUISITOS

Según esta organización, ni siquiera es un requisito ser diplomado o graduado en la materia para las plazas con perfil de Trabajo Social y tampoco se «considera relevante» puesto que la Universidad de Zaragoza no ofrece ningún máster ni doctorado sobre la materia ni el modelo de currículum contempla la experiencia laboral.

Hechos que, advirtió el colegio profesional, «deja la decisión del perfil a los méritos de investigación que decide de manera subjetiva una comisión formada mayoritariamente por docentes que no son trabajadores sociales».

«Los trabajadores sociales tenemos la formación, los conocimientos y las habilidades que requiere nuestra profesión y somos los únicos que podemos transmitirlos. Permitir que otros profesionales accedan a las plazas específicas de este perfil o de este área va en contra de la formación especializada que requiere cualquier titulación», sentenció el colegio.

A su juicio, el hecho de que licenciados en áreas no afines den asignaturas como Servicios Sociales supone una «usurpación laboral» y una «merma» de la calidad docente y de la formación que van a recibir los futuros trabajadores sociales y una «peor atención» a los usuarios, en general, recuerdan, «personas vulnerables y que requieren la atención de los mejores profesionales».

Además, consideran que, precisamente son aquellos graduados en la materia los que mejor formados están y más experiencia tienen para impartir clases sobre esta temática. Algo que, añadieron, se podría hacer sin problemas ya que el problema no radica en que no haya personal formado, sino en que no se le otorga la importancia que merece que determinadas asignaturas sean impartidas por expertos, como sucede.