"Ha sido un proceso muy arduo, en el que varias personas han trabajado durante cuatro meses", explicó Ana Cristina Blasco. Cuando llegó al taller, la pieza presentaba un excepcional estado de conservación. Por este motivo se determinó la retirada de todas las capas del siglo XVII que se superponían a la policromía en origen gótica. La intervención ha consistido básicamente en "desnudar" a la talla gótica de las capas falsas de policromía aplicadas a lo largo de los siglos posteriores en una delicada y laboriosa tarea de retirada mecánica con bisturí y escalpelo.