La Navidad arrastra numerosas costumbres de aquí y allí. El ceremonial de las uvas, la colocación del tradicional Arbol, la llegada de los Reyes Magos y las peticiones de regalos y suelos que cada año los niños aragoneses lanzan a la Tronca cuentan con un pasado y un porqué enraizado en la tradición. Este es el curioso significado de algunas de las palabras más empleadas a estas fechas navideñas:

AGUINALDO: El origen del aguinaldo se remonta al reinado de Rómulo, el que fue primer monarca de Roma, quien recibió el primer día del año de sus colaboradores unas ramas cortadas de un frutal del bosque de la diosa Strenia.

ARBOL DE NAVIDAD: Dicen que esta costumbre nació en Alemania, en la primera mitad del siglo VIII. El misionero británico San Bonifacio, para convencer a los druidas alemanes de que el roble no era ni sagrado ni inviolable, derribó uno. El árbol, al caer, fue destrozando todos los arbustos excepto un pequeño abeto. San Bonifacio interpretó la supervivencia del arbolito como un milagro, concluyendo su sermón: "Llamémosle el árbol del Niño Dios". En España, la costumbre no alcanzó popularidad hasta mediados del presente siglo.

BELEN: La costumbre de colocar nacimientos arrancó en España en el siglo XIII y alcanzó su máximo esplendor en el XVIII. Aragón ha sido siempre uno de los grandes focos del belenismo. Además, localidades como Teruel han conservado durante años la tradición de recrear belenes vivientes. Se dice que la iniciativa de montar un Belén por Navidad fue de San Francisco de Asís, que conmemoró el Nacimiento de Jesús instalando en una colina cercana al pueblo italiano de Greccio un pesebre con figuritas.

BOBOS: Es una de las tradiciones de estos días que se mantiene en Aragón, concretamente en el barrio turolense de Caudé. Allí los jóvenes (bobos), persiguen a las mujeres en la salida de Misa de Gallo.

FRUTAS ESCARCHADAS: Suele achacarse su origen a Aragón y Murcia. Su uso navideño es bastante reciente. La cobertura del azúcar se usaba para disimular el mal estado de la fruta.

MAZAPAN: Ya en el siglo IV antes de Cristo Arquestrando citaba que los griegos sentían aprecio por unas tortas de almendras y miel. Sin embargo dos ciudades, Venecia y Toledo se apuntan la paternidad de su invención.

MISA DEL GALLO: Una de las más arraigadas tradiciones del pueblo católico es la llamada Misa de Gallo, que debe su nombre a que un gallo fue el primero en presenciar el nacimiento de Jesús y se encargó de anunciarlo al mundo.

MUERDAGO: Es una planta ligada a la mitología celta y al roble sobre el que crece. En las fiestas que celebraban los druidas siempre estaba presente y durante el siglo XIX, en Inglaterra y Francia, los mendigos pedían dinero por estas fechas con ramas de muérdago en la mano en señal de buena suerte para el que lo recibía.

NOCHEVIEJA: La de San Silvestre es la única de las fiestas navideñas que mantiene su origen pagano y se celebra desde tiempos del Imperio Romano. Esta vieja costumbre fue poco a poco llegando a los europeos, que comían lentejas en la última noche del año para conseguir prosperidad.

PAPA NOEL: Desde tiempos remotos, en los países nórdicos ya existía en la imaginación de todos un personaje canoso y mágico, el Dios Odín, y pequeños seres que repartían regalos a los niños. Según la tradición San Nicolás se convirtió en el patrón de los más pequeños cuando un 6 de diciembre libró a tres niños de la esclavitud regalándoles una barra de oro con la que pagar su libertad.

POLVORONES Y MANTECADOS: De tradición andaluza, tienen su nacimiento en la etapa de las matanzas, pues en su elaboración se usaba la manteca del cerdo. Antequera (Málaga) y Estepa (Sevilla), han sido capitales tradicionales de este dulce.

REYES MAGOS: San Mateo es el único evangelista que menciona a los Reyes Magos, aunque no dice que fueran reyes, sino magos. Hasta el siglo IV no se estableció en tres el número de los reyes magos. Por la misma época se decidió que uno de ellos fuese negro e incluso después del descubrimiento de América, en el siglo XV, se representó en ocasiones a Baltasar como un jefe indio. En el siglo IX se les designó por primera vez con sus nombres actuales y en lo que se refiere a la estrella que les guió, se hicieron conjeturas sobre una triple conjunción de los planetas Júpiter y Saturno a su paso por Piscis.

ROSCON DE REYES: Este dulce, uno de los más antiguos de Navidad, tiene un origen pagano, en el Imperio Romano, aunque se cristianizó con el paso del tiempo. Felipe V importó en España esta tradición del rosco como culminación de las fiestas de Navidad, desprovisto de todo simbolismo y cubierto de frutas escarchadas con alguna sorpresa escondida en su interior.

SANTOS INOCENTES: Esta singular fiesta se instituyó para conmemorar la cruel matanza de 30 almas inocentes ordenada por el rey Herodes cuando intentaba acabar con la vida del entonces recién nacido Jesucristo.

TARJETAS DE NAVIDAD: Aparecieron coincidiendo con la llegada de la imprenta. El originario fondo representando al Niño Jesús con la inscripción Feliz Año Nuevo, fue diversificándose a través del tiempo. A principios del siglo XIX los artesanos ingleses imprimían sus propias felicitaciones -para repartirlas y recibir a cambio aguinaldo, hasta que George Baxter comercializó el producto.

TRONCA: Conocida también como zoca, tizón, troncada, toza o corniza de Navidad, es una costumbre europea preneolítica conservada en Aragón con dos variantes: "hacer cagar la tronca" (en la zona oriental) o la "quema de la toza" (en la occidental). La abadesa del monasterio de Casbas (Huesca) Ana Abarca de Bolea (hermana del Conde de Aranda), ya citaba esta tradición en el siglo XVII: "Toz la claman buena noche, dirálo la colazión y lo tizón de Nadal que ye nombrado tizón".

TURRON: El primer documento escrito sobre el turrón data de 1603, y en él se describe cómo en la localidad de Jijona se fabricaban turrones. Los turrones de chocolate y frutas son originarios de los años treinta y cuarenta. Otras especialidades, como la yema, son casi coetáneas a las originales. El coco llegó hacia el siglo XVIII. Actualmente, España es el primer productor mundial de turrón y dulces.

UVAS: La tradición de tomar las doce uvas se remonta tan sólo a principios de nuestro siglo. La implantación de esta costumbre, que por cierto, es exclusiva de nuestro país, no se debe a motivos religiosos o culturales, sino más bien a meros intereses económicos. En la Nochevieja de 1909, los cosecheros, en un esfuerzo desesperado de imaginación, consiguieron desembarazarse del excedente de uvas de ese año inventando el rito de tomar las uvas.

VILLANCICOS: Parece ser que se remontan al siglo XVI, como canciones en romance hechas para trasmitir la liturgia al pueblo llano. A partir del XIX, el término se concretó para designar los cantos típicos navideños. En Aragón, además de villancicos, se cantaban albadas y canciones de ronda.