La supuesta trama conformada por chatarreros, gruistas y seleccionadores de material que entre el 2012 y el 2015 generó un agujero de más de 9 millones de euros a la planta de Acerlor Mittal de Zaragoza serán juzgados a partir del 12 de marzo. En el banquillo se sentarán trece personas de los 24 investigados iniciales.

La Fiscalía califica los hechos cometidos por un delito de estafa, si bien solicita diferentes penas en función del grado de implicación en este modus operandi por el cual se introducía arena entre los desechos metálicos de cara a que la carga entregada tuviera un mayor peso y, por tanto, que la empresa pagara una mayor cantidad por las toneladas de hierro entregadas. La condena mayor por estos hechos la sitúa en seis años de prisión y recae en rancisco Javier B. M.; Juan Carlos A. P.; José Luis O. P.; Salvador C. C., y José María G. C., que en aquel momento trabajaban en Acerlor Mittal.

A los seleccionadores les responsabiliza de «cobrar de los proveedores por hacer constar menos cantidad de estériles entre 1.000 y 6.000 euros al mes cada uno».

El ministerio público también resalta la labor de José Miguel P. R. (que se enfrenta a cuatro años de cárcel) porque «se puso de acuerdo con los seleccionadores para colaborar, de forma que a los gruístas les daba un dinero para que éstos aunque vieran un exceso de estériles no dijeran nada a los encargados de la empresa y para que se dieran prisa en trasladar la chatarra, a fin de que no se pudieran ver los estériles el menor tiempo posible». Los gruístas y palistas que conocían la práctica recibieron entre 100 euros y 500 euros al mes.

La cantidad de estériles abonados como chatarra entre el 2012 y septiembre del 2015 y suministrados por Reciclarte 2007 SL, Demoliciones San Juan Hierros y Metales Díez es de 37.958 toneladas y el perjuicio ocasionado a Acerlor Mittal asciende a 10.490.916 euros, cantidad que incluye el precio pagado por los estériles como chatarra y los costes asociados al funcionamiento del horno derivados del exceso de estériles, de forma que el precio pagado por los estériles es de 7.665.186 euros y los costes de funcionamiento del horno ascienden a 1.543.596 euros. El perjuicio ascendió a 9 millones.