El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunció hace dos días una inversión para mejorar y adaptar al tráfico internacional un tramo de la línea de Huesca a Canfranc, pero esta mejora se hará con vías retiradas de otras líneas y, por tanto, el material será de segunda mano. De este modo, los ocho kilómetros de vía que se van a mejorar entre la variante ferroviaria de Huesca y Plasencia del Monte se harán con tendidos de vía, traviesas y carriles que se han retirado de la línea Marismillas-Aeropuerto de Jerez, así como de un tramo de Puerto Real y otro, más corto, de la localidad vallisoletana de Redalsa.

Así figura en el pliego de prescripciones técnicas y particulares para este proyecto, que tiene un presupuesto de 2,6 millones de euros y cuya salida a licitación se anunció hace dos días. De los 8.000 metros que se ha proyectado renovar, 6.600 procederán de las vías parejas de 17,60 metros que se han levantado de la línea Marismillas-Aeropuerto de Jerez, tras la puesta en marcha de la Alta Velocidad entre Cádiz y Sevilla hace ahora un año.

Adicionalmente, se reutilizarán mil metros de parejas, aunque en este caso solo las traviesas, del tramo de Puerto Real, y el carril que no provenga de esta línea, será de Redalsa, en Valladolid. Eso sí, el balasto será nuevo y provendrá de una cantera homologada por el Adif.

PRÁCTICA HABITUAL Este procedimiento no es excepcional en los proyectos de obras de Adif, aunque no se realiza para obras de envergadura o que sean consideradas de gran utilidad estratégica. Es decir, se suele emplear material de segundo uso en líneas secundarias o de escaso interés. En muy pocos casos se emplea para líneas internacionales. En definitiva, el material de segundo uso o el reciclaje de material levantado de otras partes se hace en aquellos casos donde el tráfico es escaso. El problema es que, de este modo, tampoco se potencia que en un medio plazo pueda incrementarse el tráfico por una línea que debería unir el Levante con el norte de Europa a través de los Pirineos centrales.

Sin embargo, la línea de Canfranc no es la primera vez que vive una situación así. A la indiferencia con la que las autoridades políticas españolas y francesas tratan la reapertura del túnel internacional, se une que el material empleado y las condiciones del viaje no favorecen --ni por horarios ni por duración del trayecto-- su uso.

Hace cuatro años, Adif ya empleó unas viejas locomotoras, que prácticamente no se usaban en toda España salvo en cuatro líneas muy secundarias, y que se conocían popularmente con el nombre de tamagotchi. Con la escasa potencia de esas locomotoras diésel, la duración del trayecto entre Zaragoza y Canfranc se prolongaba por espacio de cuatro horas. Estos trenes se habían retirado de Galicia.