El tramo más peligroso de las carreteras aragonesas está situado en la N-123, entre el principio de la variante de Graus y el cruce con la N-230. Una vía que actualmente está en obras, y que ocupa el séptimo lugar entre las partes de más riesgo para el conductor de la red viaria nacional. Los datos pertenecen al informe que anualmente elabora la consultora EuroRAP, y que dio a conocer ayer el RACE.

Aragón mantiene la cifra de ocho puntos negros con los que contaba el año pasado, y curiosamente ninguno de ellos está situado ni en la N-II ni en la N-232, las vías más mediáticas en cuanto a los accidentes, por las peticiones de desdoblamiento; pero no las más peligrosas, según el informe. De hecho, la vía que acumula más zonas conflictivas en la clasificación es la N-330 (Alicante-Francia), con tres.

En cualquier caso, el nivel general de peligrosidad en las carreteras desciende. En puntos negros, de los más de 75 del año anterior a 58. La lista se confecciona según un índice de riesgo calculado que tiene en cuenta la circulación de vehículos y los accidentes graves y mortales, todo en los últimos tres años.

Tras el citado tramo de la N-123, donde en el citado periodo ha habido un accidente mortal y seis graves, se sitúa en Aragón el de la N-230 entre el acceso a Sopeira y la localidad de Pont de Suert, en Lérida. con ocho accidentes graves; este tramo ha mejorado aún así su peligrosidad respecto al informe del 2010, cuando ocupaba la tercera posición a nivel estatal. Ahora, es la decimocuarta sección más peligrosa.

Tarazona aporta la tercera vía más peligrosa de Aragón este año --la número 21 a nivel nacional--, que el ejercicio pasado no constaba. Se trata de la N-121, desde la localidad al límite provincial con Navarra. Desde el 2009 ha registrado tres siniestros mortales. La N-330, entre el acceso a Almudévar y el enlace Arascués es el cuarto tramo más peligroso de Aragón, con once accidentes graves en los últimos años.

Mientras, Zaragoza capital cuenta con el quinto tramo más peligroso, la carretera del aeropuerto (N-125) desde el cruce con la N-232. Ha habido un accidente mortal y ocho graves desde el 2009. También en la ciudad está el sexto de esta lista, la N-330 hasta María de Huerva, con dos siniestros mortales y cinco graves.

Por delante está, también en la N-330, el recorrido de Villanúa hasta el túnel de Somport. El último de los ocho tramos peligrosos, también en Huesca, va del acceso a Sopeira al cruce con la C-1311.

PUNTOS ROJOS Todos estos tramos de vía son, según el sistema de clasificación de EuroRAP, puntos rojos, de tasa de riesgo medio-alto, ya que los únicos puntos negros de más alta peligrosidad están en Villaltoya (Albacete), el aeropuerto de A Coruña y Pontenova (Lugo). La peligrosidad general de las carreteras desciende en cuanto a los niveles más altos de riesgo --negros y rojos-- del 7,1% de las vías analizadas en el 2010 al 4,7% este ejercicio.

El análisis general de los accidentes, según el informe, revela que estos suceden nueve de cada diez veces en carreteras de calzada única. El perfil de la vía propensa a los accidentes es de carretera convencional, con bajo nivel de circulación de vehículos --entre los 2.000 y los 10.000 al día--, y los siniestros se producen habitualmente (un 41% de las veces) por salidas de vía, seguidos por las colisiones frontales, en un 22% de los casos.