Los valientes que tengan que pasar el verano en Zaragoza tendrán que esperar más de lo habitual en las paradas de los autobuses y el tranvía, que adaptan sus frecuencias a la demanda del verano a partir del próximo lunes. Las frecuencias se ampliarán entre los dos y los cuatro minutos en la mayoría de las rutas de bus y de entre dos y tres minutos en el tranvía.

Aunque se trata de una medida habitual, su implantación se va diseñando en función de los datos de ocupación del año anterior, fundamentalmente en el caso del autobús urbano, según explicaron desde el área de Movilidad. Solo 13 líneas (28, 30, 43, 50, 51, 54, 55, 56, 57, 58, 59, C1 y C4) mantendrán la misma frecuencia y, en consecuencia, el mismo número de vehículos disponibles que en el horario propio del invierno.

El resto tendrá durante los meses de julio y agosto variaciones en la frecuencia de paso que, en las líneas más significativas, como son la 22, la 23, la 24, la 29, la 31, la 32, la 33 ó la 35 podrían oscilar, en función del tramo horario y de las líneas, entre los dos y los cuatro minutos.

La adaptación de frecuencias se realiza en dos tramos a lo largo del verano. Así, en la primera quincena de julio se dispondrá de ocho autobuses de refuerzo que estarán distribuidos en las líneas 21, 23, 24, 33 (2 vehículos), 39, Ci1 y Ci2. Esto se ha pensado para que la variación del servicio sea menos significativa en esa primera quincena.

En estas dos primeras semanas de julio, la línea 44 seguirá llegando hasta el Campus Río Ebro, en el Actur, mientras que la 38 mantendrá su terminal en la Residencia Pignatelli.

Desde al ayuntamiento precisaron que la reducción en la oferta de autobuses en servicio será menor que la disminución real del número de viajeros, ya que aunque solo en algunos casos se supera el 20% de reducción de kilómetros respecto al horario normal, en la inmensa mayoría de las líneas el número de viajeros de promedio baja por encima del 30 y hasta del 40 %, fundamentalmente en agosto.

EL TRANVÍA

El tranvía no se libra de estos recortes, por lo que ajusta sus frecuencias a la demanda de verano a partir del 1 de julio.

Los días laborables de julio se mantienen las frecuencias prácticamente igual que en invierno, con variaciones que van desde el medio minuto a los dos minutos y medio.

Las horas punta en laborables se mantienen, con un pequeño incremento en la frecuencia del mediodía, pasando de 5,5 minutos a 8, de 14.30horas a 16.00horas. En agosto, los días laborables cuentan con unos intervalos de paso algo superiores, ajustándose a la menor demanda por parte de los usuarios, con incrementos de dos minutos hasta mediodía.

Para estos meses estivales, los intervalos de paso de los domingos y festivos permanecen invariables respecto al resto del año.

Esta medida se aplica cada verano generando cierto malestar entre los usuarios, que consideran que las frecuencias tendrían que mantenerse intactas ya que quienes, por ejemplo, tienen que ir a trabajar, lo hacen cumpliendo los mismos horarios.

Sin embargo, desde el consistorio defienden que la ampliación está directamente relacionada con la demanda que existe durante unos meses en los que se produce un acusado éxodo vacacional.