La huelga del tranvía de Zaragoza durante las últimas fiestas del Pilar convirtió al 2018 en el año negro del Urbos 3. Por primera vez desde su puesta en marcha, el balance de usuarios presenta cifras negativas, con una pérdida de 400.000 pasajeros respecto al 2017 y un saldo de 27,8 millones de usuarios. Desde el área de Movilidad explicaron que esta caída está directamente relacionada con los paros al tratarse de unas fechas en las que miles de personas viajan en tranvía en una misma semana. En el otro lado de la balanza está el autobús urbano, que a falta de los datos definitivos del mes de diciembre, transportó a 91 millones de pasajeros, un 2,3% más que en el 2017.

En total, 118,8 millones de personas viajaron en transporte público el año pasado, un 2% más que en el 2015. Para la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, que ayer hizo balance de la evolución de la movildiad durante la legislatura, se trata de un resultado «positivo y satisfactorio». Durante los últimos cuatro años se ha producido un incremento de entre el 3% y el 4% del trasporte público, lo que evidencia que se ha «consolidado» su uso.

AL ALZA

Este progreso ha tenido luces y sombras por los periodos de paros registrados. En el caso del bus, los zaragozanos tuvieron que soportar la huelga más larga de la historia en el 2016, más de cuatro meses, lo que generó un descontento generalizado de los usuarios y una pérdida de confianza. Aún así, el resultado global ha sido positivo.

Durante esta legislatura los usuarios del autobús urbano han crecido un 3,05% y los del tranvía un 3,7%, mientras que el tráfico privado se ha estancado en un 0,91%. Estos datos son muy positivos si se tiene en cuenta que entre los principales objetivos del área de Movilidad se encuentra la reducción del uso del coche, propósito que se ha conseguido y que ha coincidido con un contexto de aumento de la actividad económica.

Artigas destacó que con el crecimiento experimentado en el bus durante los últimos cuatro años, el servicio ha vuelto a situarse en cifras similares a las que se registraban antes de la inauguración del tranvía. Pero el bus es el rey de la movilidad y el año pasado transportó a 91 millones de personas, frente a los 88,9 del 2017.

HUELGA

Si el año pasado fue el tranvía el que perdió usuarios por culpa de una huelga, en el 2016 fue el bus, con una reducción del 8,4% respecto al 2015. Entonces se pasó de registrar 87,9 millones validaciones en el 2015 a 80,6 en el 2016. Fueron casi siete millones de pasajeros los que dejaron de viajar en bus durante los cuatro meses que duraron los (de enero a abril), a los que hay que sumar los que hicieron falta para que los zaragozanos recuperasen la confianza en el servicio.

El tranvía se benefició poco de los paros y tan solo experimentó un crecimiento de 400.000 usuarios. Hay que tener en cuenta su recorrido y que solo da servicio a los barrios que completan su eje.

Bus y tranvía aglutinan el 24% de los desplazamientos en la ciudad, una cifra que, pese a todas las políticas de fomento del transporte, no ha logado superar a aquellos que siguen utilizando su coche privado. Un 27% lo hace. Andar sigue siendo la mejor alternativa y el 45% de los desplazamientos se hace a pie. Muy lejos de estos datos se encuentran los usuarios de las bicis, ya que tan solo representan el 3% de los desplazamientos totales.

No obstante, desde el área de Movilidad confían en que este porcentaje se incremente, sobre todo si se tiene en cuenta la buena acogida que ha tenido la movilidad compartida en la ciudad, con dos empresas de alquiler de bicis que complementan el servicio del Bizi Zaragoza. Eso sí, les ha salido otro competidor, los patinetes eléctricos. El mes de su irrupción en la ciudad, en septiembre, el 5% de desplazamiento por los carriles bici ya eran sobre patinetes.