El guardia civil oscense detenido por supuestos abusos sexuales a menores ha pasado su primera noche en el módulo especial que la cárcel de Logroño tiene para miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Este cabo, que estaba al frente de la Intervención de Armas del puesto de Monzón, fue trasladado a dicho centro sobre las 15.30 horas procedente del centro penitenciario de Zuera, donde ingresó por orden de la jueza instructora.

Instituciones Penitenciarias tenía varias posibilidades de traslado, si bien la cercanía de la capital de La Rioja a Aragón y por ende al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Barbastro hizo que este organismo se decantara por esta opción. Este hombre de 48 años tendrá que someterse a futuras declaraciones.

Paralelamente, sus compañeros de la Guardia Civil mantienen abierta la investigación. Según fuentes consultadas por este diario, los agentes están analizando varios casos que afectarían a niños de menos de 10 años. La causa está bajo secreto de sumario.

Por otro lado está la situación personal y profesional de este hombre de 48 que residía en Barbastro. El general jefe de la Guardia Civil de Aragón, Carlos Crespo, ya ha firmado la suspensión de actividad del agente que tendrá que ser ratificada por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Tendrá que hacer una valoración oficial de la gravedad de los hechos imputados, la existencia o no de prisión preventiva, el perjuicio que la imputación infiera al régimen del instituto o la alarma social producida y podrá acordar la suspensión de funciones. Posteriormente, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, determinará si dicha suspensión lleva consigo el cese en el destino.

Mientras, el cabo permanecerá inmovilizado en el puesto que ocupe en el escalafón. El periodo máximo de permanencia en esta situación será de seis meses o el de duración de la prisión preventiva, caso que se hubiere acordado por la autoridad judicial en algún momento del procedimiento y fuese superior a seis meses. En el supuesto de cese en la situación de suspensión de funciones por levantamiento de la prisión preventiva, el director general de la Guardia Civil podrá acordar, por resolución motivada en la que habrán de valorarse los hechos imputados, la trascendencia social y el interés del servicio, la prohibición de solicitar y obtener destino por un período de tiempo que no podrá exceder del momento de dictarse sentencia firme o auto de sobreseimiento.

Cuando se firme su suspensión tendrá derecho a percibir el 100% de las retribuciones básicas, unos 1.000 euros brutos. La norma establece que pueden cobrar prestaciones familiares y pensiones de mutilación, si bien en este caso no puede ya que la paralización del expediente es por una causa imputable al interesado.

Los hechos denunciados se habrían producido en Barbastro, ciudad de residencia de este miembro del cuerpo benemérito. Allí, según adelantó EL PERIÓDICO, este hombre daba clases extraescolares de inglés en dos centros públicos, el Pedro I y el Alto Aragón. Las clases habían transcurrido con normalidad hasta este pasado viernes, la última vez que se le vio por las aulas como de costumbre.

Los equipos directivos de ambos centros educativos gestionados por el Gobierno de Aragón comunicaron a los responsables de las asociaciones de madres y padres de alumnos que debido a un «asunto personal», este profesor no iba a poder impartir ya las clases de inglés. Son estos colectivos los encargados de organizar este tipo de actividades y no la dirección de los colegios, según fuentes del Departamento de Educación del Ejecutivo autonómico.

No era el único contacto que este agente tenía con menores, ya que, según las mismas fuentes consultadas, también entrenaba a un equipo de baloncesto de categoría alevín (10 -11 años), el Unión Basket de Barbastro. Habría varias denuncias.