Trasmoz (Zaragoza), único pueblo considerado maldito y excomulgado por la Iglesia Católica en España, rinde este sábado homenaje a la brujería y a la magia en su tradicional feria temática, instaurada desde hace diecinueve años.

Este pueblo de menos de un centenar de habitantes llega a albergar a más de seis millares de personas que acuden para ser testigos de aquelarres, torturas y ritos que concluyen al filo de la medianoche, con la representación de la maldición que recayó en el siglo XVI sobre el señor del lugar, sus descendientes y todo el pueblo.

Un ritual insólito con el cual Trasmoz cayó en desgracia con la lectura del salmo 108 del Libro de los Salmos por parte del abad del Monasterio de Veruela, que por un pleito por el uso del agua del Moncayo castigó a esta aldea, que ya de por sí era laica y no pertenecía a ninguna orden religiosa como el resto de pueblos de su alrededor.

Como narra una de las organizadoras de esta Feria de Brujería, Magia y Plantas Medicinales, Lola Ruiz, a pesar de que el uso de las aguas fue el detonante de la maldición, la "fama de brujería" de la zona, con leyendas sobre hechiceras, agravó mucho más la situación, pues el lugar ya había sido excomulgado en el siglo XIII como castigo contra el laicismo.

"El acto central es la maldición, porque es lo que nos representa. Somos el único pueblo maldito del mundo", defiende Ruiz, quien asegura que no han podido encontrar otro lugar con la misma peculiaridad en todo el planeta, incluso después de que hace dos años un artículo sobre el hecho se tradujera a más de una veintena de idiomas.

Y para recordar esta doble leyenda negra, cada año las calles de Trasmoz celebran esta feria considerada de interés turístico regional y que comienza con un pasacalles con las "brujas" del municipio.

En él desfilan también la Bruja del Año, escogida por los habitantes, y la Bruja de Honor, una distinción que este año recae sobre la directora de cine y guionista Elena Cid.

Y es que, la cineasta tiene un vínculo especial con la localidad, donde rodó una parte importante de su documental "Bécquer y las brujas".

La cinta narra como en 1864 el poeta romántico, aquejado de sus problemas de salud, se retiró al Monasterio de Veruela, desde donde conoció la historia de Trasmoz y de las brujas.

Así lo atestigua el Castillo de Trasmoz, fuente de inspiración para Bécquer y sede del Museo de la Brujería, que estará abierto durante toda la jornada de este sábado.

La imaginación popular convirtió este lugar en un centro de reunión de brujas y aquelarres, tal y como se cuenta, porque entre sus paredes se llegó a falsificar moneda y, por ello, se pretendía mantener alejados a los curiosos.

Al pasacalles de las brujas se suman durante todo el día los espectáculos de captura de herejes, juicios, torturas, aquelarres y, para concluir, un espectáculo de luz y fuego a cargo de "Os Diapels d'a Uerba".

La música en directo, un mercado esotérico, paseos a caballo, exhibiciones de cetrería, cuentacuentos, combates medievales y, como no, espectáculos de magia, completarán esta jornada de magia y leyenda.