Por un lado, una trayectoria de medio siglo, vinculada siempre al territorio y desarrollada en múltiples disciplinas como la música, la poesía o la prensa, como en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Por el otro, un recorrido más corto pero reconocido ya con distintos galardones en el ámbito cinematográfico que evidencian un presente y una proyección deslumbrantes. Son Joaquín Carbonell (Alloza, 1947) y Paula Ortiz (Zaragoza, 1979) y ambos reciben el reconocimiento de su comunidad. El primero, con la medalla al mérito cultural, mientras que la cineasta se llevará la de las Cortes de Aragón.

«Lo digo sinceramente, en ningún momento me imaginaba que me fueran a dar el premio de la cultura del Gobierno de Aragón. Estoy muy agradecido», subraya Carbonell, quien considera que recibir la medalla «supone alegría» y «elevar el listón» de reconocimientos que le han otorgado a lo largo de su carrera.

De su trayectoria destaca dos momentos: Uno, en 1969, cuando se subió al escenario del teatro Marín de Teruel junto a José Antonio Labordeta en una fiesta benéfica de Navidad. Desde aquello ha pasado ya medio siglo. Otro, el primer encuentro de la música popular de Aragón del año 1973 en el teatro Principal de Zaragoza, en el que participaron también el propio Labordeta o La Bullonera. Precisamente, ayer se publicó un disco que recoge este evento histórico para la llamada nueva canción aragonesa. «Era un invento nuestro, ese lenguaje no existía», juzga.

Sobre su faceta como periodista, incide en sus más de dos décadas en este diario: «Guardo muy buenos recuerdos», recalca sobre aquellos tiempos. Y acerca de su polifacético hacer, resume: «A mí me ha cundido mucho. He hecho 15 libros de todos los tipos; ensayo, novela, biografías… y 15 discos. No está mal». No obstante, si tiene que elegir una actividad, lo tiene claro: «Lo que más me gusta del mundo es leer, sería lector profesional», concluye.

UN HONOR

«Un poco sobrepasada y profundamente contenta y agradecida». Así se siente Paula Ortiz por ser la elegida este año para recibir la medalla de las Cortes de Aragón. «Es un símbolo muy fuerte de nuestra comunidad y para mí es un honor absolutamente e inesperado», sentencia la directora de películas como La novia.

Uno de los aspectos destacados cuando se dio a conocer este reconocimiento es que Ortiz ha logrado romper el techo de cristal, como indicó la presidenta de las Cortes, Violeta Barba. Sobre este aspecto, la cineasta afirmá que tal afirmación le alegró y entristeció a la vez.

«Tengo la conciencia de que yo no he roto para nada ese techo, ni el mío ni el de todas mis compañeras», evalúa. «Es una lucha diaria intentar romperlo, para mí y sé de primera mano que para mis compañeras del cine y para casi todas las mujeres en otras muchas áreas laborales», reflexiona. En relación con este aspecto, Ortiz ve un espaldarazo en la medalla: «Anima a seguir trabajando más, a romper el techo de cristal y a intentar alzar el vuelo cada vez más alto, todo lo posible», desvela.

«Somos una tierra profundamente cinematográfica en su forma y en nuestro carácter», considera sobre el vínculo entre Aragón y el séptimo arte, mientras augura «una cultura más rica» para el futuro del territorio.