El cadáver de Manuel Tundidor Cabral, el joven español desaparecidoesde el pasado viernes, en un río de la Amazonía ecuatoriana, ha sido hallado este martes en el sector de Misahuallí, informaron fuentes policiales a la agencia Efe. Tundidor era vecino de Trebujena (Cádiz), pero había trabajado como técnico en el hospital Miguel Servet de la capital aragonesa, por lo que su vínculo con Aragón era más que notable.

El cadáver fue recogido del agua, identificado por un amigo del grupo de seis estudiantes que quedaban de la Facultad de Ciencias Sociales de Ceuta y ha sido llevado a la morgue de Tena para practicar la autopsia.

"Es necesario el levantamiento del cuerpo con la Fiscalía y con el trámite legal pertinente", explicó a Efe el sargento Espinosa de la Policía local.

Expertos ecuatorianos habían calculado que se necesitarían varios días hasta poder dar con cadáver, dado que el agua estaba muy sucia y turbulenta y solo cuando comenzara a flotar podría ser localizado desde el aire.

A Manuel Tundidor Cabral, vecino de Trebujena (Cádiz), se le buscaba desde el viernes pasado, cuando fue arrastrado por un río de la Amazonía ecuatoriana cuando se lanzó al agua en una zona turística conocida como la "Laguna Azul", es el Jatunyaku, que significa "agua grande" en quichua y desemboca en el Lanzu para formar el río Napo.

MANIFESTACIÓN EN EL PILAR

Así, alrededor de 70 personas procedentes de Trebujena (Cádiz) y que residen en Aragón se concentraron ayer en la plaza del Pilar de Zaragoza, junto a la escultura de la bola del mundo, para exigir al Gobierno español que «ponga todos los medios a su alcance» para buscarlo.

«Manuel tenía un gran vínculo con Aragón, estuvo trabajando en el hospital Miguel Servet como técnico de radiología», explicó Ernesto, paisano del desaparecido, muy cerca del Parque de Doñana.

La movilización de ayer en Zaragoza mostró el grado de preocupación que había provocado la desaparición de Tundidor entre sus convecinos, en las cuales se pedía hacer todo lo posible para encontrar su cadáver.

El joven formaba parte de un grupo de siete estudiantes españoles del centro de enfermería de Ceuta que llegaron a Ecuador el pasado 31 de marzo para hacer unas prácticas.