Treinta agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Valencia rastrean en la actualidad la zona montañosa que separa las provincias de Valencia y Teruel en busca de el denominado Rambo de Requena, un delincuente de 28 años, natural de Sagunto, que ha buscado refugio en esa zona apartada a caballos de dos comunidades tras cometer una serie de robos en aldeas y masías.

Se trata en realidad de P. L. J., que arrastra un historial de robos en viviendas, pero no ha cometido delitos de sangre. Al parecer tiene mermadas sus facultades mentales y va armado con una escopeta de cañones recortados con la que dispara munición de fogueo. En una ocasión, agredió a un agente de la autoridad.

En su búsqueda intervienen también agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Teruel que peinan los términos de los municipios situados al sur de la provincia aragonesa. En este sentido, fuentes oficiales señalaron ayer que no se ha advertido a sus efectivos ni a la población en general de que se trata de un individuo peligroso.

El Rambo de Requena roba en casas deshabitadas para poder subsistir y lleva de esta forma varios meses burlando el cerco de las fuerzas del orden. Conoce muy bien el terreno por el que se mueve, en ocasiones en un todoterreno que robó amenazando a su dueño con la escopeta.

A través de Whatsapp se han distribuido entre los habitantes de la zona fotos del fugitivo, lo que ha permitido identificarlo, dado que al principio solo era conocido por el cinematográfico apodo que le pusieron al ver su aspecto (viste ropa paramilitar) y su solitaria y ruda forma de vida en unas montañas de vegetación seca donde no abunda el agua.

Además de la Guardia Civil, participan en su búsqueda, en sus respectivos términos, las policías locales de las poblaciones situadas dentro del radio de acción del sospechoso.

Por otro lado, la Guardia Civil utiliza un número variable de efectivos en las tareas de rastreo, en función de la disponibilidad de personal.

En el sur de Teruel, se organizan batidas que recorren los montes en localidades como Abejuela, pero también se cubren poblaciones situadas más al norte, pues no se sabe muy bien dónde se halla y se cree que se mueve con relativa facilidad por un territorio muy extenso y escasamente poblado.

Sobrevive con la fruta que roba en sus correrías y es posible que también cace y sustraiga ganado en las masías. El hecho de que vaya armado, aunque sea con un arma de fogueo, hace que se tomen todas las precauciones con el fin de que la población local guarde medidas de autoprotección. Al mismo tiempo se lanza una invitación a los residentes para que quienes posean datos los faciliten a los agentes.