La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarrollado sendas operaciones contra la pesca furtiva de siluros y carpas en el río Ebro. Fruto de las mismas, un total de 30 personas han sido detenidas y 15 toneladas. El pescado requisado, que se almacenaba sin ningún tipo de garantías, se iba a comercializar en Rumanía, donde se han dado casos de intoxicaciones alimentarias.