Un total de 30 jefes de servicio o de sección que trabajan en el Salud también lo hacen en la privada. A pesar de que, desde el 2016, la ley obliga a estos profesionales a tener dedicación exclusiva en la sanidad pública, los cargos ocupados antes de la entrada en vigor de la norma pueden seguir hasta que se renueven.

Así, según datos del Salud, 19 jefes de servicio y 11 jefes de sección mantienen autorizadas su solicitud para compatibilzar su trabajo en la pública con la privada, lo que supone el 18,37% de todos los jefes de servicio (98) y el 6,21% de los 177 máximos responsables de una sección. En un año, la cantidad de profesionales sanitarios que disfrutan de esa compatibilidad se ha reducido en 20 efectivos.

Hasta abril de 2010, las convocatorias para la provisión de este tipo de puestos las realizaba la gerencia del sector sanitario correspondiente al hospital en el que estaba convocado el puesto de jefatura. Se hacían basándose en normativa antigua del Insalud. Antes del 2001 porque no estaban transferidas las competencias y después, por no tener aún normativa propia del Salud en esta materia. No se requería dedicación exclusiva a la sanidad pública.

A partir de abril del 2010, todas las convocatorias se realizaban desde los servicios centrales del Salud y las firmaba el director gerente . Tampoco se requería dedicación exclusiva. Esta resolución fue derogada en el 2011 con un decreto que establecía que todos los puestos singularizados, entre los que se encuentran los de jefes de servicio y de sección de carácter asistencial, tendrían obligatoriamente dedicación exclusiva al Salud que se suprimió en el 2014, pero en enero del 2016, se volvió a imponer. «Un jefe de servicio tiene que distribuir recursos y eso es difícil que se pueda compatibilizar con la privada. Los ciudadanos exigen transparencia y un jefe debe dedicarse exclusivamente a eso y no a la privada porque da mala imagen», indicó el consejero Celaya nada más acceder al cargo, en el 2015.