J. J. D. M. aceptó ayer, ante la Sección Sexta de la Audiencia de Zaragoza, una condena de tres años de prisión como autor de un delito de tráfico de drogas después de que la Policía le interviniera 95 gramos de cocaína.

El acusado, defendido por el penalista José Luis Melguizo, se enfrentaba inicialmente a una petición de condena de cuatro años de cárcel por parte de la Fiscalía, aunque ambas partes alcanzaron un acuerdo por el que la pena le era rebajada al mismo tiempo que él señalaba que era el único responsable de la droga.

ALIJO La Policía le intervino 25 gramos de estupefaciente ocultos en la ropa interior al registrarlo después de haberle dado el alto al verle efectuar un movimiento sospechoso. Poco después, al registrar la habitación alquilada en la que vivía, los agentes intervinieron otros 70 gramos y una báscula. Estaban en el armario, ocultos entre unos gorros y unas mantas.

La Fiscalía y la Policía sostienen que la dueña de la casa --M. P. U., defendida por Eloisa Gimeno--, que le había alquilado la habitación, participaba en el tráfico de drogas. Se basaban en la declaración de dos mujeres que les aseguraron que los dos detenidos eran pareja --ninguna de ellas compareció ayer en el juicio-- y en la presencia de algunas prendas de ropa femenina en el armario.

M. P. U., para quien el ministerio público pide cuatro años de prisión, negó que se dedicara a traficar e incluso que conociera que J. J. D. M. lo hiciera. Este, dijo, le había pedido alquilar la habitación de matrimonio de la casa y le permitía a ella que guardara algunas prendas de ropa en el armario. La acusada tiene trabajo estable.

Por otro lado, H. P. C., defendido por María Jesús Monreal, aceptó otros tres años de cárcel por poseer casi 85 gramos de cocaína. "Llevo un marrón muy grande", explicó a los policías que lo pararon en un control. Estaba en tercer grado.