La Sección Sexta de la Audiencia de Zaragoza ha condenado a tres años, seis meses y un día de prisión a J. L. G. A., administrador de la inmobiliaria Promociones Aragonesas Gascón, por un delito continuado de apropiación indebida cometido al desviar parte de los 218.160 euros que los compradores de un piso, un trastero y dos plazas de aparcamiento en la calle Burgos le entregaron en el 2007 para cancelar las hipotecas que gravaban esos inmuebles. También deberá pagar una multa de 1.620 euros.

COMPROMISO Los compradores pagaron, en dos operaciones formalizadas el mismo día, 421.800 euros que incluían el dinero destinado a levantar las hipotecas. Las escrituras recogían "expresamente" la obligación de la empresa vendedora de cancelar esas cargas "a la mayor brevedad posible" y asumiendo todos los gastos de esas operaciones, ya que "en el otorgamiento se transmitirán como libres de cargas".

Sin embargo, cuatro años y tres meses después, concretamente el 1 de mayo del 2011, "el acusado dejó de pagar las cuotas de los préstamos hipotecarios", lo que hizo que el banco emprendiera acciones legales contra los propietarios y conllevó que esas deudas sigan estando hoy pendientes de liquidar.

El tribunal descarta que los compradores de las viviendas hubieran sido víctimas de una estafa, ya que "no hay motivo alguno que lleve a pensar que el propósito inicial del acusado (...) no fuera el cumplimiento de la obligación de entrega, libres de cargas, de los inmuebles". Sin embargo, concluye que J. L. G. A. si cometió un delito de apropiación indebida.

Este se comprometió a liquidar las hipotecas "a la mayor brevedad", lo que significa "inmediatamente" y no "los cuatro años que transcurrieron hasta que dejaron de pagarse las correspondientes cuotas". "Después de haber desviado ilícitamente el dinero" para dedicarlo "a otros fines particulares" le resultó imposible cumplir.