Tres hombres de 21, 24 y 28 años fueron detenidos en la noche del viernes al sábado en Teruel como presuntas autoras de una agresión sexual a una mujer de 28. Los hechos ocurrieron en un bar de la denominada Zona de la capital turolense, en las inmediaciones de la calle de San Juan.

La agresión se produjo, en función de los testimonios recogidos, en los baños del citado establecimiento hostelero. La víctima, sin embargo, logró escapar de sus agresores y pudo avisar a la Policía, que se desplazó al lugar de los hechos y procedió a la detención de los sospechosos, todos ellos de Guinea Conakry. Dos miembros de este grupo, según fuentes policiales, se hallan en España de forma irregular.

Los detenidos han sido llevados hoy ante el juez de guardia, el cual ha decidido enviar a la cárcel a uno de ellos, como presunto autor de un delito de agresión sexual. A los otros dos, el magistrado los ha dejado en libertad tras pagar sendas fianzas de 6.000 y 3.000 euros.

Antes de tomar esta decisión, el juez ha tomado declaración tanto a la denunciante como a sus supuestos atacantes, así como a un testigo de los hechos.

El distinto tratamiento (cárcel o fianza) ha estado motivado por el distinto grado de participación en los hechos objeto de la causa. Según los testimonios recogidos tras el suceso, no hubo penetración.

Al parecer, los tres detenidos residen en un piso de acogida regentado por una organización no gubernamental en la capital turolense. En esta vivienda fue localizado por la fuerza pública uno de los supuestos autores de la agresión, mientras que los otros dos fueron descubiertos en las inmediaciones del bar donde presuntamente se llevó a cabo la agresión.

Los hechos denunciados generaron la lógica repulsa en la ciudad de Teruel, donde este tipo de sucesos no son frecuentes y donde tienen un impacto negativo en la opinión pública.

Este es el tercer caso de agresión sexual en grupo denunciado en España desde que empezó el año. El más conocido es el de unas jóvenes norteamericanas que acusaron en Murcia a tres ciudadanos iraníes de haberlas agredido contra su voluntad en la fiesta de fin de año.