Tres personas han sido detenidas esta tarde tras protagonizar una pelea entre residentes en un edificio de la calle Azoque, en pleno centro de Zaragoza. Se trata de un edificio donde hay pisos okupados y otros en los que viven inquilinos y propietarios. El mismo bloque ha sido en ocasiones escenario de otros conflictos.

La Policía Nacional ha acudido al número 58 de la citada calle, muy cerca de Independencia, tras recibir una llamada alertando de que un grupo de personas había invadido una vivienda que no es de su propiedad.

Varios vehículos radiopatrulla de la Policía Nacional han intervenido en la operación, que ha concluido con las tres detenciones. A los sospechosos se les imputa la posible comisión de los delitos de allanamiento de morada y amenazas.

Los hechos han ocurrido cuando se ha producido una fuerte pelea entre los propios residentes y tres de ellos han penetrado sin permiso en el piso de las personas con las que estaban peleando. Los detenidos son O. M., de 22 años; M. A. R., de 28, y F. R., de 31. Todos ellos tienen antecedentes policiales por hechos relacionados con la pequeña delincuencia.

"Ni te enteras de que están"

La operación policial se ha producido "tras muchos meses de absoluta tranquilidad", ha señalado una persona que reside en esa parte de Zaragoza. "La verdad es que ni enteras de que están", ha añadido.

El mismo despliegue de hoy, con un total de seis vehículos y dos motoristas, ha pasado bastante inadvertido. "Nos hemos dado cuenta debido al estruendo de las sirenas", ha indicado el mismo testigo, que ha recordado que el pasado verano hubo un incidente grave en el que incluso "se produjo un disparo de escopeta".

Al parecer, la okupación de las viviendas del número 58, un total de ocho pisos repartidos en cuatro plantas, se produjo con anterioridad al comienzo de la pandemia. Pero los vecinos de la calle Azoque, en la que hay varios edificios vacíos, no se dieron cuenta hasta la implantación del toque de queda y la realización de controles policiales a okupas que hacían caso omiso de la obligatoriedad del encierro domiciliario.

Robo de muebles

"Aquellos días de marzo notamos mucho barullo, la gente salía a los balcones y les oías gritar y también la música a todo volumen", ha explicado un zaragozano que frecuenta esa calle. "Pero de eso hace ya bastantes meses y desde entonces no ha habido ningún hecho destacable", ha asegurado.

Con anterioridad, en abril del 2019, un inquilino del número 58 de la calle Azoque, que es propiedad de una entidad bancaria, se encontró, al regresar a su piso tras una ausencia, con que habían derribado la puerta y se habían llevado todos sus muebles. Pero no fueron lejos. Aparecieron días después repartidos por el resto de pisos. Esta persona era, en aquellas fechas, la única que vivía legalmente en el edificio.