Retrovisores rotos, abolladuras en coches... Ese fue el resultado de los actos vandálicos de tres jóvenes de 17 años, que fueron detenidos en la madrugada de ayer por agentes de la Policía Local de Zaragoza como presuntos autores de los daños en al menos nueve coches en la calle Genoveva Torres Morales, junto a la zona de bares del Rollo.

Los hechos tuvieron lugar a la 1:15 horas de la madrugada, cerca de la avenida Goya, al parecer después de que los menores se marcharan de los locales de la zona. Con total impunidad y de manera intencionada, los detenidos --I. S. A., O. B. C. y A. P. G--, se dedicaron a romper espejos retrovisores y a saltar encima de los coches hasta que un vecino de la zona que presenció el suceso alertó a la Policía Local.

"Cuando los agentes los detuvieron, los chavales ya se habían parado. Pero la escena debió parecer una persecución propia de una película estadounidense", señalaron fuentes policiales a este periódico.

Al tratarse de menores, tras ser puestos a disposición judicial se les dejó en libertad.

Según explicó un vecino que reside en el número 1, este tipo de conductas "son habituales", y las fuentes policiales consultadas admitieron que se está produciendo "un cierto incremento" de casos similares. "Cuando vine a vivir aquí dejaba el coche fuera. Pero en una ocasión encontré pisadas sobre el techo y desde entonces tengo una plaza de garaje alquilada. Mis vecinos han comentado en varias ocasiones que incluso han visto cómo se lanzaban motocicletas al río Huerva en una noche de fin de semana. Además, las roturas de retrovisores son frecuentes, al igual que los restos de botellas y basura", indicó el afectado.

De hecho, ayer por la tarde se podía ver cómo gran parte de los vehículos aparcados al principio de la calle tenían los espejos plegados.

Varios vecinos más criticaron la labor policial durante los viernes y sábados. "Siempre se colocan en una isleta situada en el centro de la zona de bares --a unos 200 metros de donde los menores dañaron los vehículos--. Y se quedan ahí, quietos, sin hacer nada para evitar las gamberradas", aseguró un padre de familia que vive entre José Moncasi y Genoveva Torres Morales. En casi toda esta calle está prohibido aparcar, "pero los coches se suben a la acera por las noches con total tranquilidad", matizó otro vecino.