Lo que se presentaba como una tranquila tarde de domingo en uno de los merenderos del embalse de Ribarroja, en el término municipal de Mequinenza, acabó ayer en la peor de las tragedias imaginables para un numeroso grupo de amigos y familias, niños incluidos, todos ellos de nacionalidad búlgara y la mayoría trabajadores en la campaña de recogida de la fruta. Tres personas fallecieron ahogadas y entre diez y doce, muchos de ellos menores, tuvieron que ser rescatados al hundirse la barca con la que habían iniciado un paseo por el embalse, a escasos cinco metros de la orilla.

La motora fuera borda, de 4,88 metros de eslora, casco de aluminio y matrícula CHE-6018M, tiene una capacidad para seis personas, y en ella navegaban de trece a 16.

Dos de los fallecidos son el matrimonio formado por Nezhi A. S., de 36 años, y Snezhana R., de 34 años y residentes en la Finca San Nicolás, entre Fraga y Zaidín, que dejan dos huérfanos, un bebé de dos o tres semanas y un niño de unos ocho años. La tercera muerta es Bedría N. A., de 34 años, que vivía en Fraga.

Los hechos, según fuentes de la Guardia Civil, comenzaron cuando el inglés David G. S. de 49 años, "invitó" al grupo, pasadas las 16.30 horas, a dar un paseo en la embarcación. Sin embargo, algunos de los familiares preguntados por este diario aseguraron que "le pagaron cinco euros" por el trayecto.

EL SOBREPESO Pero nada más empezar a navegar, la barca no aguantó el sobrepeso y comenzó a hundirse. Testigos presenciales afirmaron que al intentar girar para regresar, la embarcación volcó. Fuentes oficiales cifran en siete adultos y seis menores los que ocupaban la fuera borda.

El desconcierto contagió a quien miraba desde la orilla y a los pescadores que desde sus embarcaciones veían lo que ocurría. Así, mientras alcanzaban la orilla quienes sí sabían nadar, el resto intentaba agarrarse a las cuerdas que se les lanzaba o a sus propios compañeros que se habían echado al agua. El pánico había cundido.

Una de las dos mujeres fallecidas aún respiraba cuando fue sacada del agua, pero murió mientras era trasladada en un vehículo particular por algunos de sus amigos y familiares. La segunda, fue recogida ya cadáver antes de que llegaran los Bomberos.

Al parecer, uno de los niños, aquejado de fiebre, fue al centro de salud de Mequinenza (Zaragoza) por la ambulancia de los Bomberos de Caspe, informa Efe .

TENSION EN AUMENTO La tensión iba en aumento, y la Guardia Civil tuvo que sacar de la zona al patrón de la embarcación. Se temía un posible linchamiento por parte de un grupo de ciudadanos que aumentaba conforme transcurría la tarde. La noticia de la tragedia se extendía entre allegados y familiares. Temporeros y trabajadores en la recogida de la fruta en distintas fincas y que residen en localidades cercanas, como Fraga, Torrente de Cinca o el propio Mequinenza.

Al lugar se desplazaron buceadores de Bomberos de Zaragoza, Fraga, Caspe; del Grupo de Especialidades y Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, y de la Diputación de Zaragoza y de Huesca. Tras inspeccionar el lugar del embalse, alrededor de las 20.15 horas fue rescatado el tercer cadáver.

El juez de instrucción de Ejea de los Caballeros (de guardia) ha abierto diligencias por los hechos. En cuanto a la situación del ciudadano inglés, anoche se desconocía si se encontraba en calidad de detenido al existir varias víctimas mortales.

Anoche, en el lugar de los hechos se esperaba la llegada de varios psicólogos de Cruz Roja de Huesca para que ayudasen a los familiares a superar el amargo trago. Todo había acabado, pero, ya caída la noche, nadie quería moverse de donde yacían los cadáveres.