La Policía ha detenido en las últimas horas a las dos hijas del exgerente de la Plataforma Logística Plaza, Ricardo García Becerril, y al aparejador y empresario Miguel Cantero Molés, en el marco de las actuaciones que sigue la justicia en el denominado caso Plaza. Los arrestos de estas tres personas se unen a los realizados en el mes de agosto, cuando fueron apresadas y luego puestas en libertad con cargos otras cinco personas relacionadas con el presunto perjuicio económico originado por la dirección del polígono logístico público y por la UTE encargada de realizar las obras de urbanización del mismo.

Las dos hijas de García Becerril son titulares de una empresa que mantuvo una sospechosa relación económica con la sociedad pública dependiente de la DGA, en forma de facturación de servicios técnicos y de puesta en servicio de una guardería, mientras que Cantero fue el encargado de dirigir obras de reforma en domicilios de los imputados que fueron facturados y pagados presuntamente por la contratista adjudicataria de las obras de Plaza a sus empresas. A los detenidos se les atribuye falsificación, cohecho y blanqueo, y en el caso de Cantero, además, un delito de malversación. Pasarán mañana a disposición judicial, salvo una de las hijas que está en avanzado estado de gestación.

Pulsar Consultoría e Inversiones, la empresa de las hijas del exgerente de Plaza, Ricardo García Becerril fue fundada en enero del 2006. El objeto social de la empresa de compagina la explotación de guarderías y geriátricos con "la prestación de servicios relativos a la propiedad inmobiliaria", aunque su Código Nacional de Actividades únicamente se refiere al primer sector. En julio del 2007, Pulsar facturó 58.000 euros --8.000 de IVA-- a la UTE Plaza por un "estudio de adecuación ambiental para la estabilización y regeneración" de unos taludes. La Fiscalía Anticorrupción investiga, entre otros, ese pago. Además, gestiona la guardería del complejo logístico y es dueña de un yate de 12 metros de eslora con el que el gerente de la plataforma solía navegar en el Mediterráneo.

Miguel Cantero fue apoderado de Acciona Infraestructuras hasta el 2001, año en el que fundó la empresa Micar (Mantenimiento, Instalaciones y Construcción de Aragón), con la que presuntamente encargó obras de reforma en domicilios y segundas residencias de los encartados a otras constructoras. Micar y CR Consultores --otra sociedad de Cantero-- facturaron a la UTE Plaza entre febrero y julio del 2005 un total de 267.004 euros, a un ritmo de en torno a 60.000 euros por mes.

Hasta el momento, el juez mantenía a cinco personas imputadas por su presunta relación con el desvío de 50 millones de euros.