Tres crías de quebrantahuesos llegarán a los Picos de Europa el próximo mes de junio, los primeros ejemplares de los treinta criados en cautividad que se pretenden liberar en este macizo montañoso para recuperar una especie que desapareció a mediados del siglo XX.

Se trata de un proyecto Life+ de cooperación interterritorial, financiado al 65 % por la Unión Europea, en el que participa el Ministerio de Medio Ambiente y las Comunidades autónomas de Aragón, Castilla y León, Asturias y Cantabria, con un presupuesto global de 1,4 millones de euros.

El objetivo es recuperar una especie que habitaba en los Picos de Europa hasta mediados del siglo XX, a partir de la población que existe en los Pirineos, ha explicado a EFE el director del proyecto "Conservación del quebrantahuesos como recurso para el mantenimiento de los servicios ecosistémicos", Gerardo Báguena.

Con esta finalidad, técnicos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, situada en Pastriz (Zaragoza), en colaboración con agentes de la Guardia Civil, rescataron en el Pirineo aragonés tres huevos en situación de alto riesgo, a comienzos de año.

De hecho, dos de ellos fueron localizados en un mismo nido que se encontraba totalmente inundado y en malas condiciones para su supervivencia, ha apuntado.

Una vez rescatados, fueron trasladados al Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRAH) en Pastriz (Zaragoza), dependiente de la fundación, donde han logrado eclosionar tras cincuenta días de incubación.

A partir de ahí, según ha detallado Báguena, han sido criados con señuelos naturales, de tal forma que los tres pollos de quebrantahuesos han adquirido un patrón de conducta natural.

El pasado 22 de abril, tras haber superado esta primera fase con éxito y adquirir un desarrollo adecuado, fueron trasladados por la noche, para evitar las horas de calor, al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo aragonés.

Allí permanecerán en unos nidos artificiales, pero en un entorno más natural que en el centro de cría, durante unos treinta días antes de ser trasladados a su destino final, los Picos de Europa.

Estos habitáculos están ubicados junto a un comedor donde habitualmente varios quebrantahuesos silvestres acuden a comer, por lo que los "pollos tendrán contacto visual con ellos", ha dicho.

Finalmente, el periplo de estos tres quebrantahuesos, que no habrían logrado sobrevivir si no hubieran sido rescatados, finalizará en junio, cuando sean traslados a los Picos de Europa, en la zona de Asturias.

Allí permanecerán otros treinta días cautivos, en situaciones similares a la del Parque de Ordesa para que se aclimaten, antes de su liberación definitiva.

No obstante, el seguimiento de estas tres primeras crías no acaba aquí, ya que con un dispositivo a través de satélite, un equipo de biólogos y veterinarios velará por ellos y vigilará sus movimientos y su conducta, siendo capaz incluso de auxiliarlos en el caso de que sea necesario.

Por ahora, estas tres crías, dos de ellas macho, todavía no tienen nombre a la espera de conocer el sexo de la tercera y, de momento, se refieren a ellos como H1, H2 y H3.

Esta misma operación se repetirá cada invierno hasta 2018, estación en la que esta ave rapaz se reproduce, con el objetivo de criar y liberar entre tres y seis crías al año hasta llegar a 30.

En 2014 se había previsto criar en cautividad hasta cinco, pero dos de los nidos que se iban a intervenir fueron destruidos antes de que los agentes pudieran recuperar los huevos.

El Pirineo aragonés es el "único" reservorio genético de esta especie en Europa, ya que concentra el 60 % de los individuos vivos del continente, ha puntualizado.

No obstante, pese a ello, el quebrantahuesos es también una especie en peligro de extinción en los Pirineos, ya que el número de parejas reproductoras no superan las 140 cuando el límite está en 500, ha concluido.