La Sección Primera de la Audiencia Provincial dio ayer diez días a tres presuntas ladronas de pisos profesionales para presentarse al juicio al que debían comparecer ayer. De lo contrario, avisó el tribunal a sus fiadores -a través de sus abogados, como José Luis Melguizo-, perderán los 10.000 euros por cabeza que depositaron para evitar la prisión provisional y se emitirá una orden internacional de busca y captura contra ellas.

Las tres mujeres, de nacionalidad francesa y origen eslavo, se enfrentan a una petición de seis años de prisión por robos cometidos en Zaragoza, Huesca y Calahorra, como integrantes de un grupo criminal.

El ministerio público sostiene que las tres (Sabrina M., Julia S. y Snezana J.), actuaban desde un piso que habían alquilado en la localidad navarra de Tudela, desde el que se desplazaban, con un coche alquilado en Francia, a cometer los robos.

Así, entre el 14 de diciembre del 2015 y el 4 de marzo del 2016, cuando fueron arrestadas en Zaragoza, las mujeres robaron en un piso de la calle San Miguel de la capital aragonesa (efectos por valor 8.300 euros, y otros 400 de daños en la puerta); en dos de la calle Enrique Val (11.600 euros de botín y 1.000 de desperfectos, sin lograr acceder a uno de ellos) y en dos de la calle Legaz Lacambra, donde se llevaron 5.000 euros en objetos y efectivo y causaron 1.200 euros de daños en las puertas.

A estos se suma el robo de una casa en la calle Casado de Alisal de Huesca, en el que tras causar unos 500 euros de daños en la puerta fueron sorprendidas por el dueño, y salieron corriendo. Una de ellas perdió el bolso, con unas tijeras con sus huellas dactilares dentro. También actuaron en Calahorra, donde robaron objetos de lujo tasados en 11.715, parte de los cuales (como un abrigo de pieles) fueron encontrados luego en su piso de alquiler.

La Fiscalía interesa además sobreseer la causa respecto a otros dos robos en Zaragoza, que los investigadores policiales también les atribuían, pero al parecer sin pruebas contundentes.

Las mujeres fueron detenidas tres días después de su último robo en Zaragoza, el 4 de marzo del año pasado, y en su poder se encontraron parte de los efectos robados y abundante material para reventar las puertas, bien cerradas sin pestillo o con poca seguridad.