La defensa de Israel Giménez pedía una condena máxima de cinco años al considerar que algunos delitos, como la detención ilegal, formaban parte del robo. La Fiscalía, sin embargo, pedía incluso separar el atraco al pastor --el que sufrió ante su corral-- del robo de su casa, lo que hubiera supuesto cuatro años más de cárcel. Los magistrados han optado por considerar ambos robos como un delito continuado, pero sí desgajan los delitos de lesiones y el de detención ilegal, entre otras cosas por no ser necesarios para cometer el robo. Tampoco han rebajado la pena al condenado por drogadicción, porque no hay pruebas de su toxicomanía, señalan.