El grupo Industrie Cartarie Tronchetti (ICT) culminó con éxito hace unos meses la ampliación de su planta de El Burgo de Ebro, un proyecto en el que la compañía italiana ha invertido en torno a 125 millones de euros. En concreto, la segunda fábrica española más importante dentro de la industria del papel tisú (higiénico, de cocina, servilletas y pañuelos) incorporó el pasado octubre una nueva máquina que ha permitido duplicar su actual capacidad de producción hasta las 140.000 toneladas. Además, el grupo ha automatizado su almacén logístico. Todo ello ha generado la creación de 80 nuevos empleos en el último año, alcanzando una plantilla directa de 260 personas. Y la intención es seguir incrementando la cifra a corto plazo

«Si todo va según lo previsto alcanzaremos los 300 trabajadores directos entre este año y el siguiente», indicó ayer a este diario el director general de ICT Ibérica, José Luis Pérez Quintana.

La compañía, que en El Burgo fabrica sobre todo papel higiénico, ha ampliado su gama de producto con la nueva máquina, implantándose también en la gama premium. «Nos permite producir papel de más suavidad, resistencia y absorción, pero siempre dentro de la industria del tisú», explica el director general.

Actualmente, los 260 empleados de la planta fabrican papel higiénico, de cocina, servilletas y pañuelos bajo la marca Foxy, aunque una parte de la producción se destina a marca blanca (Dia, Alcampo, Carrefour...).

Sus productos se comercializan sobre todo en España, aunque las exportaciones al sur de Francia y a Portugal (en menor medida) aportan cerca del 25% de su facturación. Con la nueva máquina, el objetivo de la firma pasaba también por impulsar tanto el mercado francés como el británico.

Por otra parte, el nuevo almacén logístico de El Burgo, con una capacidad para más de 25.000 palés, ha permitido incrementar la seguridad de la planta, que cuenta con 14 líneas de producción.

INAUGURADA EN EL 2005 / Tras culminar con éxito su anunciada ampliación, el grupo papelero italiano sigue cumpliendo la hoja de ruta que se marcó cuando inauguró la planta en el año 2005. Por aquel entonces, ya dijo que necesitaría ampliar su superficie a medio plazo y para ello adquirió en el 2013 una parcela anexa de 70.000 metros cuadrados. «Ahora tenemos una superficie construida de unos 95.000 metros cuadrados sobre un terreno de 175.000», indicó Pérez Quintana.

De esta forma, la factoría zaragozana ha registrado un crecimiento progresivo en los últimos años, a pesar de la fuerte subida del precio de la celulosa, su principal materia prima. «En el 2018 se incrementó entre un 35 y un 40% debido a la alta demanda del mercado chino», explicó el directivo, que apuntó que la celulosa representa en torno a un 55% de su gasto total. «Por eso cualquier variación nos afecta directamente», añadió.

Algo parecido ocurre con el precio de la energía, que supone el 20% de su gasto. «Como en España es tan elevado nos obliga a ser más competitivos por otras vías», indicó Pérez Quintana, que lamentó que la cogeneración esté desincentivada.