El que fuera Grupo Cultural Caspolino, ahora Centro de Estudios Comarcales del Bajo Aragón Caspe (Cecbac), filial de la Institución Fernando el Católico, concluyó a principios de este mes los diversos actos celebrados con motivo de su primer medio siglo de existencia.

El último acto consistió en la entrega al Ayuntamiento caspolino de una obra de arte muy peculiar y original. Se trata de un centenario tronco de olivo que ha sido trabajado y decorado por el artista argentino Kardo Kosta con el objetivo, según Salvador Melguizo, presidente del citado centro de estudios, de "hacerle un regalo al pueblo de Caspe, ciudad que como capital comarcal acoge nuestra sede".

El resultado final del proceso creativo de Kosta, que ha trabajado con el tronco durante los diez primeros días de este mes, es también fruto de la aportación que muchos caspolinos han hecho al autor, contándole diversas anécdotas, vivencias, tradiciones y, en definitiva, peculiaridades de la Ciudad del Compromiso.

El olivo fue colocado en la Plaza de los Maestros, de reciente planta, junto al instituto caspolino de enseñanza secundaria. Al acto acudieron muchos miembros del Centro de Estudios, así como un gran número de ciudadanos de Caspe, que acogieron el regalo con satisfacción y sorpresa, debido a la novedad que supone esta iniciativa.

OLIVO CENTENARIO En su intervención, Kardo Kosta destacó "la enorme carga de energía de este tronco, que ha vivido los últimos 450 años en las huertas caspolinas. Ahora, esperamos que se mantenga otros tantos en el casco urbano de este municipio". El artista argentino quiso agradecer el apoyo del Cecbac, la presencia de las autoridades municipales y de los ciudadanos, así como el trabajo realizado por la brigada, para la adecuación de la zona donde está ubicada la escultura.

"El olivo es un árbol terco, pero en el fondo tiene mucha nobleza; esto mismo es lo que pienso de la gente de Caspe", añadió Kosta, y ensalzó también la disposición del propietario de la finca y el trabajo desinteresado de José Manuel Fillola en la tala y posterior preparación del árbol para llevar a cabo la obra.

Maika Blanco, miembro del Cecbac y principal promotora de esta actividad, añadió que se han plantado tres arboles nuevos en los alrededores del Colegio Alejo Lorén, "porque cuando arrancas algo de la tierra, es obligación compensárselo con nueva vida, para no causarle ningún daño".

Por último, la alcaldesa, Teresa Francín, cerró el acto agradeciendo al centro de estudios el regalo y "deseándole otros cincuenta años de fructífera actividad".